La Policía desalojó este viernes con violencia un área de la Asamblea Nacional de Ecuador (Parlamento) a la que habían accedido de forma pacífica manifestantes indígenas en el noveno día de protestas contra las medidas económicas del Gobierno.
Las fuerzas de seguridad emplearon una intensa carga contra los concentrados que habían ocupado previamente una parte del rellano de la fachada principal de la sede legislativa, sin discriminar entre las personas que se encontraban en el lugar.
Efe constató la presencia de voluntarios de la Universidad Central, así como mujeres y niños, en el momento de los disparos de gases lacrimógenos, que acabaron abruptamente con la «toma simbólica» que habían celebrado los dirigentes del movimiento indígena.
El desalojo se produjo tras la ocupación pacífica de un pequeño recinto de la entrada principal del Legislativo después de que los líderes indígenas alcanzaran un acuerdo con los organismos de seguridad.
«Es una victoria yo creo involvidable que dejaremos sembrada para nuestra futura generación», aseguraba a Efe el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, tras la «toma simbólica» de la sede.
Previamente los indígenas habían rodeado el edificio, situado en el centro de Quito y emplazado sobre una colina en la que por la mañana tuvieron lugar violentos choques con la policía.
El objetivo declarado de la Conaie había sido la toma del edificio, como ya había ocurrido el martes en la jornada previa a la movilización nacional, que también secundaron los sindicatos y otros grupos sociales.
«Hoy hemos sido reprimidos con mayor fuerza con este Gobierno que no responde a los intereses del pueblo ecuatoriano», agregó el dirigente indígena sobre los violentos disturbios que se desencadenaron cuando las fuerzas del orden dispersaron a manifestantes del colectivo por la mañana.
Según la fuente, en los choques resultaron heridas más de 100 personas, pero «el pueblo ha decidido seguir luchando» y «estamos aquí presentes hasta conseguir nuestro objetivo».
La dirigencia indígena exhorta al Ejecutivo de Lenín Moreno a derogar el decreto 883, que contiene la eliminación del subsidio a los carburantes y desencadenante de las protestas de los últimos nueve días.
Este recorte buscaba alistar recursos para las arcas del Estado en respuesta a las condiciones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades habían puesto al país para recibir un línea de crédito de más de 10.000 millones.
El presidente ecuatoriano llamó este viernes al movimiento indígena a dialogar sobre el polémico decreto y a hablar acerca de «a dónde deben dirigirse sus recursos» para asegurarse de que «vayan a quienes más lo necesitan».
Se trata de la primera vez que el presidente ecuatoriano ofrece a los indígenas dialogar sobre el decreto, ya que hasta ahora solía ofrecer el diálogo pero sin mostrar disposición a revisar la medida.
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