Si Donald Trump tiene alguna posibilidad de ganar la presidencia, no puede permitirse perder su estado natal de Florida.
El presidente llevó al estado en 2016 por poco más de 1 punto porcentual, pero las encuestas recientes han encontrado una carrera estrecha en el estado, con una serie de encuestas que muestran la carrera entre Trump y Joe Biden dentro del margen de error. Trump y Biden encabezaron eventos en el estado el jueves antes de las elecciones.
Florida es un estado notablemente diverso con una serie de áreas clave. Trump y su campaña tienen esperanzas de reducir el margen esperado de Biden en Miami-Dade y el condado de Broward con una actuación más fuerte de lo esperado con los latinos, particularmente los cubanos, en el sur de Florida.
El área alrededor de Tampa también es fundamental para una victoria de Trump: el presidente se llevó inesperadamente al condado de Pinellas en 2016, un cambio que significó que sería una noche difícil para los demócratas. Y luego estaba el condado de Duval, que incluye todo Jacksonville, un centro de población que Trump ganó en 2016, pero volvió a los demócratas dos años después, cuando el candidato a gobernador del partido ganó el condado.
La participación será clave para Biden en Florida. Una oleada de votantes rurales impulsó a Trump a la victoria en 2016, una avalancha que se vio reforzada por la falta de participación entre los votantes negros y latinos hace cuatro años. Los demócratas vieron señales de advertencia en los números de votos tempranos de áreas con grandes poblaciones negras y latinas, por lo que la capacidad del partido de publicar ambos datos demográficos clave el martes podría resultar crítica.
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