El presidente ruso, Vladimir Putin, está sopesando convocar en unas semanas el referéndum sobre la reforma constitucional que le permitiría gobernar el país hasta 2036 y que fue aplazado debido a la actual pandemia de coronavirus, que tiene a Rusia como el segundo país más afectado a nivel mundial.
El veterano mandatario, que ha gobernado el país desde el año 2000 salvo el lapso entre 2008 y 2012 en que fue primer ministro, quiere recuperar la iniciativa política retomando el referéndum que estaba previsto que se celebrara el 22 de abril
Por ello, podría anunciar la votación en unas semanas, según han contado a Bloomberg cuatro fuentes conocedoras de las discusiones sobre el asunto en el Kremlin. Con el fin de potenciar la participación se usaría el voto electrónico así como los tradicionales colegios electorales, han precisado las fuentes.
“Putin tiene realmente prisa por sacar adelante la reforma constitucional“, señala Sergei Markov, un consultor político del Kremlin. “Quiere sacarlo adelante lo más rápido posible”, añade. Dadas las cotas de popularidad del presidente, el referéndum se consideraba un trámite pero las consecuencias de la COVID-19 podrían hacer que el resultado no fuera tan sencillo.
Rusia suma ya más de 326.000 casos y más de 3.200 fallecidos y las medidas restrictivas adoptadas para frenar la propagación de la pandemia han hecho caer un 33 por ciento la actividad económica del país, cuya economía también se está viendo afectada por la caída de los precios del petróleo.
Según las fuentes consultadas por Bloomberg, Putin podría convocar el referéndum para finales de junio o principios de julio. En su entorno consideran muy arriesgado dejar la votación hasta septiembre o incluso más tarde, ya que para entonces podría haber aumentado el descontento de los ciudadanos.
Las dos cámaras del Parlamento ruso y el Tribunal Constitucional aprobaron en marzo los cambios constitucionales que permitirán a Putin optar a otros dos mandatos de seis años una vez expire el actual en 2024. Sin embargo, el presidente decidió dejar la aprobación en manos de los ciudadanos, dando a estos ahora la posibilidad de vetar los cambios.
“Pensaron en cancelar la votación pero es demasiado tarde“, señala el subdirector del Centro de Tecnologías Políticas en Moscú, Alexei Makarkin. Incluso los centros demoscópicos estatales señalan que solo la mitad de los rusos respaldan la reforma constitucional.
VOTO ELECTRÓNICO PARA GARANTIZAR LA PARTICIPACIÓN
Putin ha optado por introducir el voto electrónico, que aprobó recientemente el Parlamento, para garantizar que millones de funcionarios depositan sus votos a través del portal gubernamental y que apoyen los cambios por temor a que su voto no sea anónimo, han contado dos personas próximas al presidente.
Según resalta el codirector del grupo de observación electoral Golos, Grigori Melkoyants, el voto electrónico hará más difícil a los observadores electorales detectar el fraude.
Este jueves, la Comisión Electoral Central dio los primeros pasos para retomar los preparativos para la celebración del referéndum. El organismo necesitará entre 20 y 30 días una vez Putin haya fijado la fecha para la votación, según la secretaria de la Comisión, Maya Grishina, citada por Interfax.
Con información de EFE