Los últimos años han sido desconcertantes para muchos científicos por la velocidad y la magnitud del cambio en la gigantesca capa de hielo de Groenlandia. El “hielo zombi” de esta región podría elevar el nivel del mar en al menos 25 centímetros a 30 centímetros, según un reciente estudio.
El hielo condenado a derretirse, o “hielo zombi”, como lo denominan algunos investigadores, es aquel que sigue unido a otras capas más gruesas, pero que ya no es alimentado por los glaciares más grandes.
Las capas de hielo responden en escalas de tiempo milenarias, pero eso no es lo que estamos viendo en la actualidad. El estudio liderado por el Servicio Geológico Nacional de Dinamarca y Groenlandia (Geus) que acaba de publicarse en Nature Climate Change demostró por primera vez que la capa de hielo de Groenlandia ahora está tan desequilibrada que ya no puede mantener su tamaño actual.
Y, a su vez, está irreversiblemente comprometida a retirarse en al menos 59.000 kilómetros cuadrados, lo que significa un área más grande que Dinamarca, el Estado protectorado de Groenlandia.
Existen gigantescas columnas de hielo de la altura de casas de tres pisos que están derrumbándose en estos últimos tiempos. Aún a muchos kilómetros de distancia los científicos pueden detectar el impacto sísmico en el suelo, además de el modo en que el impacto del hundimiento cubre cientos de kilómetros de superficie.
Incluso si todas las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global cesaran hoy, la pérdida de hielo de Groenlandia con las temperaturas actuales elevará el nivel global del mar en al menos 27,4 centímetros. Eso es más de lo que pronostican los modelos actuales, y es una estimación muy conservadora.
Si todos los años fueran como 2012, cuando Groenlandia experimentó una ola de calor, ese compromiso irreversible con el aumento del nivel del mar se triplicaría. Ese es un presagio siniestro dado que estas son condiciones climáticas, no un escenario futuro hipotético. “Es un mínimo muy conservador -explicó Jason Box, profesor del Servicio Geológico Nacional de Dinamarca y Groenlandia (Geus), quien dirigió la investigación- Siendo realistas, veremos esta cifra duplicarse dentro de este siglo”.
El deterioro de Groenlandia
Este nuevo estudio adopta un enfoque novedoso al basarse en observaciones y teoría glaciológica en lugar de modelos numéricos sofisticados. Los modelos previos, combinados de clima y capa de hielo utilizados para pronosticar el futuro aumento del nivel del mar, no logran capturar los procesos emergentes que amplifican la pérdida de hielo de Groenlandia.
Su capa de hielo es un enorme depósito congelado que se asemeja a un postre invertido. El hielo está en constante cambio, fluyendo desde el interior, donde tiene más de tres< kilómetros de espesor, hacia sus bordes el hielo se derrite o forma témpanos. En total, la capa de hielo retiene suficiente agua dulce para elevar el nivel global del mar en 7,4 metros.
El hielo terrestre de Groenlandia ha existido durante unos 2,6 millones de años y se ha expandido y contraído con unas dos docenas de ciclos de edad de hielo que duran 70.000 o 100.000 años, puntuados por ciclos interglaciares cálidos de alrededor de 10.000 años.
Cada era glacial es impulsada por cambios en la órbita de la Tierra que modulan la cantidad de radiación solar que llega a la superficie del planeta. Estas variaciones se ven afectadas por la reflectividad de la nieve; gases de efecto invernadero atmosféricos; y la circulación oceánica que redistribuye ese calor alrededor del planeta.
Actualmente estamos en un período interglacial: el Holoceno. Durante los últimos 6.000 años, Groenlandia, como el resto del planeta, se ha beneficiado de un clima templado y estable con una capa de hielo en equilibrio, hasta hace poco.
Desde 1990, a medida que la atmósfera y el océano se han calentado debido al rápido aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el balance de masa de Groenlandia se ha vuelto alarmante. Las pérdidas de hielo debidas al aumento del derretimiento, la lluvia, el flujo de hielo y el desprendimiento ahora superan con creces la ganancia neta de la acumulación de nieve.
La pérdida de hielo ha contribuido aproximadamente un milímetro por año al aumento global del nivel del mar durante la última década. Esta pérdida neta se divide entre el derretimiento de la superficie y los procesos dinámicos que aceleran el flujo de salida de los glaciares y se ven muy exacerbados por el calentamiento atmosférico y oceánico, respectivamente.
Los inevitables 25 centímetros que indica este reciente estudio son más del doble del incremento en el nivel del mar que los científicos habían esperado previamente como resultado del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia. Los modelos utilizados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) predijeron una contribución al aumento del nivel del mar de Groenlandia de alrededor de 10 centímetros para 2100 con el peor escenario de 15 centímetros. Pero esa predicción es superada por el trabajo que los científicos del servicio geológico están presenciando en la propia capa de hielo.
Según nuestros el equipo científico del Servicio Geológico Nacional de Dinamarca y Groenlandia, este último territorio perderá al menos el 3,3% de su hielo, más de 100 billones de toneladas métricas. Esta pérdida ya está ocurriendo: el hielo que debe derretirse y formar icebergs para restablecer el equilibrio de Groenlandia con el clima predominante.
Se están observando muchos procesos emergentes que los modelos no tienen en cuenta y que aumentan la vulnerabilidad de la capa de hielo. Por ejemplo, el aumento de la lluvia está acelerando el derretimiento de la superficie y el flujo de hielo; grandes extensiones de la superficie del hielo están experimentando un oscurecimiento por bioalbedo, lo que acelera el derretimiento de la superficie, así como el impacto del derretimiento de la nieve y la recongelación en la superficie. Estas superficies más oscuras absorben más radiación solar, provocando aún más derretimiento.
Las corrientes oceánicas cálidas de origen subtropical se están introduciendo en los fiordos de Groenlandia y erosionando rápidamente los glaciares de salida, socavando y desestabilizando sus frentes de separación. Por su parte, los lagos supraglaciares y las redes fluviales se están drenando en fracturas y moulins, trayendo consigo grandes cantidades de calor latente. Este calentamiento dentro y en la base de la capa de hielo ablanda y descongela el lecho, acelerando así el flujo de hielo interior hacia los márgenes.
“Conocemos el valor intrínseco de los modelos para la experimentación y la prueba de ideas, pero no sustituyen a la realidad y la observación. Es evidente que los pronósticos del modelo actual del aumento del nivel del mar global subestiman su amenaza real durante el siglo XXI. Cada vez es más visible que los modelos complejos que se utilizan para la predicción del nivel del mar a largo plazo no son adecuados para su propósito”, concluyeron los investigadores.
Uno de los autores del estudio detalló que más de 110 billones de toneladas de hielo ya están condenadas a derretirse como resultado de la incapacidad de la plataforma de hielo para reabastecer sus orillas. Cuando ese hielo se derrita, si sólo se concentrara sobre Estados Unidos, tendría una profundidad de 11 metros.
Los glaciares periféricos también se derriten
El derretimiento de los hielos es una de las alertas que los científicos abren constantemente en torno a las consecuencias más preocupantes del cambio climático. Una reciente investigación publicada en Advance Earth and Space Scienice reveló que los muchos glaciares pequeños de Groenlandia se están derritiendo a gran velocidad y este proceso está aumentando, especialmente en las regiones árticas, donde el incremento de la temperatura es mayor.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca, quienes coordinaron la experiencia, estudiaron con precisión cuánta masa perdieron estos glaciares, que no están conectados a la capa de hielo, en las últimas décadas.
La investigación se centró en los glaciares más pequeños sin conexión con la capa de hielo de Groenlandia. Estos glaciares periféricos representan solo alrededor del 4% de las áreas cubiertas de hielo de Groenlandia, lo que corresponde aproximadamente a la misma área que Irlanda (72.000 km2), pero contribuyen hasta con el 11% de la pérdida total de hielo de las áreas cubiertas de hielo del territorio. Por lo tanto, son un importante contribuyente al aumento global del nivel del mar.
“La pérdida de hielo de estos pequeños glaciares ocurre porque son más sensibles a los cambios de temperatura en curso y, por lo tanto, se derriten más rápido de lo que vemos en muchos otros lugares del Ártico”, explicó el profesor Shfaqat Abbas Khan de DTU Space. El nuevo estudio muestra que el derretimiento de los glaciares periféricos ha aumentado drásticamente en las últimas dos décadas.
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