Nikki Haley quiere ser presidenta de Estados Unidos. En febrero de 2023 la exembajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas público un video en redes sociales resaltando sus raíces en Carolina del Sur, donde fue gobernadora por 7 años. En 2024 ha permanecido en la contienda por la candidatura republicana y al día de hoy es la única rival del expresidente Donald Trump, tras la suspensión de la campaña de Ron DeSantis.
Por CNN
No obstante, Haley tiene poco tiempo para consolidar el apoyo republicano y alcanzar a Trump. A menos que la exgobernadora de Carolina del Sur consiga una sorprendente victoria en las primarias del martes 23 de enero en Nueva Hampshire, la carrera por la candidatura del Partido Republicano podría haber terminado antes de empezar.
Su aspiración
Argumentando que es tiempo para una nueva generación de lideres en el partido republicano, Haley resalta sus logros como gobernadora, criticando al presidente Joe Biden y prometiendo luchar contra el socialismo.
Haley entró la contienda tratando de mantener un balance que le permita establecer una distancia con Donald Trump, quien la designó embajadora ante las Naciones Unidas, aunque sin alejarse de los conservadores que coinciden con las políticas del exmandatario pero que no quieren lidiar con la controversia que genera.
Quién es Nikki Haley
Para Nikki Haley, Carolina del sur siempre ha sido su hogar. Ahí nació en 1972, hija de inmigrantes indios que establecieron un exitoso negocio de ropa y regalos. Su nombre completo es Nimrata Nikki Randhawa.
Creció practicando el sijismo, pero se convirtió al cristianismo luego de su matrimonio en 1996, en acuerdo con su marido Michael Haley para que sus hijos crecieran en esa religión.
A los 26 años se unió a la mesa directiva de la Cámara de Comercio del condado Orangeburg, donde comenzó una carrera que la llevaría a ser electa en 2004 a la legislatura estatal por el Partido Republicano.
Con el apoyo del Tea Party, el movimiento conservador que empujó a una fracción del Partido Republicano más a la derecha, logró la candidatura de su partido a la gobernación con el apoyo de la entonces gobernadora de Alaska, Sarah Palin. Haley ganó la elección en 2010 para reemplazar a Mark Sanford, quien dejó su cargo tras un escándalo en el que admitió, entre otras cosas, relaciones extramaritales con una mujer argentina.
Haley se convirtió así en la primera mujer de una minoría en gobernar el estado.
Como gobernadora promulgo una ley estatal que prohíbe el aborto después de 20 semanas.
También promulgó una ley para combatir la inmigración ilegal que, entre otras cosas, implantó el requerimiento de que los negocios en el estado verifiquen el estatus migratorio de los empleados y que el estado comparta con agencias de inmigración el estatus migratorio de personas encarceladas en Carolina del Sur. Partes de esa ley fueron bloqueadas por las cortes.
Durante su mandato, en 2016 ordenó la remoción de la bandera confederada del terreno del Capitolio estatal. La decisión fue tomada luego de que Dylan Roof, un joven blanco, asesinó a nueve personas en una iglesia vinculada a la comunidad negra en Charleston, Carolina del Sur. Dylan confesó que su intención era comenzar una guerra racial y había utilizado la bandera confederada como uno de sus símbolos.
Considerada parte del futuro de los republicanos, fue designada para dar la respuesta de su partido al discurso sobre el Estado de la Unión de Barak Obama en 2016. Una ocasión que aprovechó para criticar la campaña de Trump por la candidatura republicana advirtiendo que se “debería evitar la llamada de las voces enfadadas”. Haley apoyó a Marco Rubio en las primarias de su partido.
Pero cuando Trump ganó la candidatura, se unió a su equipo de campaña y luego de la victoria presidencial fue designada embajadora ante Naciones Unidas, puesto que mantuvo por dos años. Trump alabó su trabajo como embajadora y cuando dejó el cargo quedaron en buenos términos, a diferencia de otros funcionarios que fueron criticados por el exmandatario luego de dejar sus puestos.
En 2020, Haley evitó criticar a Trump cuando este alegaba fraude en las elecciones presidenciales en las que fue derrotado por Joe Biden, pero sí condenó sus acciones luego del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Carolina del Sur es el tercer estado en el calendario de las primarias republicanas de 2024, por lo que Haley podría tener una ventaja con los votantes en un estado donde Trump ganó la primaria en 2016. Esto, claro, si llega con su campaña vigente a ese estado.
Las posibilidades de Haley en 2024
Tras las asambleas partidistas de Iowa, que ganó Trump, la carrera por las primarias republicanas de Nueva Hampshire parece estar en manos del expresidente, según una nueva encuesta de CNN realizada por la Universidad de Nueva Hampshire.
Trump cuenta con un 50% de apoyo entre los probables votantes de las primarias republicanas en Nueva Hampshire, mientras que su competidora más cercana, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, tiene el 39%.
Si Haley no vence a Trump, o al menos se queda cerca, puede que le cueste esbozar una justificación para seguir contra el expresidente y convencer a los donantes de que sigue siendo una buena inversión financiera.
La campaña de Haley dice que no cree que la salida de DeSantis de la contienda republicana signifique mucho para ella porque creen que es probable que los partidarios de DeSantis se dividan en partes iguales entre Donald Trump y Haley. También señalan lo bajo que marca DeSantis en las encuestas, lo que significa que cualquier apoyo que tenga no será muy significativo.
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