Un policía retirado que confrontó al agresor. Una abuela que dedicaba los sábados a hacer servicio en su iglesia. Estas son las diez víctimas del tiroteo de este sábado en Buffalo, Nueva York, perpetrado por un joven de 18 años con motivaciones racistas, de acuerdo con la policía.
Un agente de policía retirado que intentó detener al atacante, la madre del jefe de bomberos de la ciudad, una abuela que trabajaba como voluntaria los fines de semana en su iglesia, son algunas de las 10 víctimas mortales del tiroteo ocurrido este sábado en un supermecado de Buffalo, Nueva York, que las autoridades investigan como un crimen de odio.
Las 10 víctimas mortales y las tres personas heridas fueron identificadas. En el tiroteo murieron: Celestine Chaney, de 65 años; Roberta Drury, de 32 años; Andre Mackneil, de 53 años; Katherine Massey, de 72 años; Margus D. Morrison, de 52 años; Heyward Patterson, de 67 años; Geraldine Talley, de 62 años; Ruth Whitfield, de 86 años y Pearl Young, de 77 años; Aaron Salter, 55 años.
Los heridos son Christopher Braden, de 55 años; Zaire Goodman, de 20 años y Jennifer Warrington, de 50 años.
Las banderas izadas en los edificios públicos de Nueva York ondean este lunes a media asta, en honor de las diez personas asesinadas. «La violencia que presenciamos a manos de este supremacista blanco es repugnante, inaceptable y debe detenerse aquí”, dijo la gobernadora Kathy Hochul en un breve comunicado.
El ataque, según el sheriff del condado de Erie, John García, fue un acto de «pura maldad» dirigido fundamentalmente contra afroestadounidenses. Once de las 13 personas tiroteadas eran negras.
El autor de la matanza, un joven blanco caucásico llamado Payton Gendron, recorrió unas 200 millas (320 kilómetros) desde su casa en Conklin, Nueva York, hasta Buffalo para cometer el ataque, impulsado, según la Policía, por una ideología extremista arraigada en la creencia de que Estados Unidos debería ser solo blanco.
Agentes federales entrevistaron a los padres del atacante y registraron propiedades, informó el domingo a la AP una fuente policial. El tiroteo masivo perturbó aún más a un país que vive tensiones raciales, violencia armada y profundas divisiones.
Estos son algunos detalles que se han conocido de las víctimas mortales:
Aaron Salter, 55 años
Salter, policía retirado y guardia de seguridad de 55 años, que le disparó varias veces al atacante, informó el comisario Gramaglia.
Una bala alcanzó el blindaje del agresor, pero no lo penetró. El atacante seguidamente mató a Salter antes de dispararle a las otras víctimas.
Es un «un héroe a nuestros ojos», destacó Gramalia.
«Estoy bastante seguro de que hoy ha salvado algunas vidas», dijo el hijo de Salter, Aaron Salter III, al sitio Daily Beast. «Es un héroe».
Ruth Whitfield, 86 años
También entre los muertos estaba a Ruth Whitfield, madre del jefe de bomberos de Buffalo, Garnell Whitfield, quien en declaraciones al diario Buffalo News, alabó a su madre como “una bendición para todos”.
El sábado había pasado el día cuidando a su marido en la residencia de ancianos donde reside. De camino a casa, se detuvo en Tops, la tienda donde fue asesinada.
Whitfield fue descrita como «la roca de la familia», dedicando su vida a cuidar de sus cuatro hijos y su marido, reportó el diario The Washington Post.
Katherine Massey, 72 años
Otra de las víctimas fue Katherine Massey, quien había ido al local para hacer mercado, dijo el diario.
Massey había pedido a su hermano Warren que la dejara en Tops para hacer unas compras, pidiéndole que volviera en 45 minutos. «Volví y estaban poniendo la cinta», dijo Warren Massey al Post. «Supe que se había ido cuando no nos llamó».
Barbara Massey, la mayor de los cinco hijos, entre lágrimas la describió como «el pegamento» de una familia muy unida.
Era una conocida figura de la comunidad ayudaba a la escuela pública local y en las elecciones.
Andre Mackniel, 53 años
Deja Brown, hija de Andre Mckniel, de 53 años, dijo al Post que su pare es una de las víctimas del tiroteo en la tienda de Buffalo.
Jahon Smith, primo de Mackniel, contó al diario que ese día había ido al supermercado a comprar un pastel de cumpleaños para su hijo.
Smith describió a Mackniel como desinteresado y generoso, un padre y un abuelo cariñoso que solía comprobar cómo estaba todo el mundo. «Espero que se haga justicia», señaló.
Roberta Drury, 32 años
Roberta Drury había ido al supermercado Tops a comprar alimentos para hacer la cena, según su hermana, Amanda Drury, citada por The New York Times. «Ella era muy vibrante», dijo la hermana de la víctima. «Siempre era el centro de atención y hacía sonreír y reír a toda la sala».
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