El Ministerio de Salud de Reino Unido ha confirmado 28.680 contagios de COVID-19 en las últimas 24 horas, frente a los 25.300 registrados durante la jornada anterior, según los datos difundidos este jueves por las autoridades sanitarias.
Así, el balance del país se ha elevado hasta las 3.743.734 personas contagiadas de la enfermedad, mientras que ya han fallecido un total de 103.126 personas en suelo británico a causa de la COVID-19, 1.239 de ellas constatadas este jueves. Este número, no obstante, representa una disminución respecto a la cifra registrada el miércoles, cuando se confirmaron más de 1.700 fallecimientos.
En referencia a las hospitalizaciones, las autoridades sanitarias británicas han detallado que 3.088 personas más han requerido ingreso en un centro sanitario durante la jornada, por lo que 380.839 personas permanecen hospitalizadas con la enfermedad en Reino Unido. De estas, 3.937 requieren respiración mecánica.
Entretanto, el Gobierno de Reino Unido ha garantizado que «no habrá interrupción» en el suministro de vacunas contra la COVID-19 en el país, después de que la Unión Europea haya urgido a la compañía AstraZeneca a proporcionar dosis al bloque provenientes de plantas de fabricación británica.
«Los suministros que se han planificado, pagado y programado deben continuar», ha señalado el ‘número dos’ del Gobierno británico, Michael Gove, según ha informado la BBC.
Los últimos datos disponibles sobre la vacunación en Reino Unido muestran que más de 7,4 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19, mientras que más de 476.000 ya han sido inoculados también con la segunda.
Por otro lado, el Ejecutivo de Boris Johnson ha añadido a Emiratos Árabes Unidos (EAU), Burundi y Ruanda a su ‘lista roja’ de países desde los que está prohibido viajar a Reino Unido. La medida, tomada con el objetivo de frenar la propagación de la variante sudafricana del SARS-CoV-2, entrará en vigor este viernes a las 13.00 horas (hora local).
Los británicos, los irlandeses y los ciudadanos de otros países residentes en Reino Unido podrán viajar al país desde estos destinos, pero tendrán que autoaislarse durante 10 días en sus domicilios.
Al anunciar la medida a través de Twitter, el ministro de Transporte británico, Grant Shapps, ha detallado que los pasajeros tendrán que proporcionar una prueba diagnóstica de la COVID-19 negativa a su llegada y completar un formulario de localización, o podrían enfrentarse a dos multas de 500 libras (algo más de 566 euros).
Esta decisión se produce un día después de que el Ejecutivo británico impusiera cuarentenas de diez días en hoteles a su llegada a Reino Unido desde una treintena de países, entre los que destacan Sudáfrica y varios países sudamericanos.
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