Los restos hallados del estudiante mexicano de Ayotzinapa Jhosivani Guerrero y analizados por la Universidad de Innsbruck tienen una certeza genética del 99,99 % y no presentaban signos de haber sido quemados, informó este martes la Fiscalía General de la República (FGR).
EFE
«A día de hoy podemos reportar con la confianza de todas y cada una de las instituciones del Estado mexicano involucradas en el hallazgo y en los traslados hacia la Universidad de Innsbruck que la identificación es cierta y plena de Jhosivani Guerrero De la Cruz», dijo en un mensaje a medios el titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa de la FGR, Omar Gómez.
Este martes las autoridades mexicanas identificaron los restos de Jhosivani Guerrero, uno de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014, en la denominada barranca de la Carnicería, a un kilómetro del basurero donde la versión oficial decía que habían sido quemados los jóvenes.
El Gobierno anterior, presidido por Enrique Peña Nieto (2012-2018), había anunciado en septiembre de 2015 el hallazgo de restos de Jhosivani, sin embargo no fue una identificación considerada plena por los padres.
Gómez explicó este martes que la identificación se hizo mediante el ADN nuclear, que permiten tener una certeza en la identificación «del 99,9999 %».
«Aclaro esto porque como pueden recordar el 16 de septiembre de 2015 la entonces PGR informó de la identificación de este mismo estudiante normalista con una análisis de ADN mitocondrial, el cual reflejaba menor certeza y con un resultado únicamente del 17 % de coincidencia, lo cual fue muy bajo», agregó.
Además, estos restos humanos no presentaban «ninguna alteración térmica o una exposición alta al fuego», sino simplemente una «erosión» fruto de la «exposición a la intemperie».
EL ENVÍO DE RESTOS
Tal y como recordó, el año pasado se obtuvo la identificación del estudiante Christian Alfonso Rodríguez en restos hallados en esta misma barranca del sureño estado de Guerrero.
«De este lugar, la unidad a mi cargo ha recuperado alrededor de 180 fragmentos óseos desde la primera búsqueda en noviembre de 2018 hasta la fecha», agregó el fiscal especializado.
Tras esta identificación, México envió otros 16 fragmentos óseos hacia el Instituto de Medicina Legal de la Universidad Médica de Innsbruck.
A raíz de este envío se tuvieron dos identificaciones positivas.
La de Jhosivani Guerrero, perteneciente a una vértebra lumbar, y la de un hueso calcáneo (del talón de aquiles) que pertenecía al estudiante ya identificado Christian Alfonso Rodríguez.
Según la polémica versión del Gobierno de Peña Nieto, los 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa fueron detenidos el 26 de septiembre de 2014 por policías corruptos en Iguala (Guerrero) y entregados al cártel Guerreros Unidos, que los asesinó e incineró en el basurero de Cocula y tiró los restos en un río San Juan.
Este relato, conocido como la «verdad histórica», fue cuestionado por los familiares y por una investigación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador derrumbó esta versión al identificar en julio del año pasado restos de Christian Alfonso Rodríguez en la barranca de la Carnicería, lejos del basurero.
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