La violencia generada por grupos delictivos en Colombia ha encendido las alarmas tanto en el Gobierno de Iván Duque como en los ciudadanos que intentan hacerse eco de lo que está sucediendo en varios sectores del país después de las tres masacres registradas el pasado fin de semana en las que cayeron muertas 17 personas.
Por Primer Informe
Las armas, la droga y los grupos delincuenciales son parte de esta nueva ola de violencia perpetrada en sectores de Nariño, Arauca y Cauca en donde se ejecutaron estos hechos violentos.
La nueva “tecnica” de asesinato que ha estado presente en al menos 10 hechos durante el mes de agosto ha motivado la intervención a través del primer mandatario colombiano quien aseguró que será abierta una investigación exhausta sobre cada una de estas masacres para dar con el responsable de ellas.
«Hoy di la instrucción de lanzar el Cuerpo Élite para perseguir autores de homicidios colectivos, delito execrable que no ha vuelto, nunca se había ido. Así que tenemos que enfrentar a quienes están detrás de estos asesinatos: crimen organizado, Eln, disidencias Farc, Clan del Golfo”, dijo Iván Duque a través de su cuenta Twitter.
Nariño se tiñe de rojo
En esta localidad fue reportada una nueva masacre en donde fueron asesinadas seis personas y otras dos resultaron desaparecidas durante un ataque en La Guacamaya en parte de la ruralidad de Tumaco
Por el hecho no hay detenidos, sin embargo, John Rojas, gobernador de la entidad hizo un llamado al gobierno nacional para que tome las medidas inmediatas que ponga fin a estos hechos sangrientos en todo el territorio. “Muy tristes con lo que está ocurriendo en el departamento. Esperamos que se tomen medidas, primero acción contundente contra estas estructuras delincuenciales e inversión social en nuestro departamento”, dijo Rojas a La Vanguardia.
En Arauca también hubo asesinatos
Lo ocurrido en el sector El Caracol, zona cercana a la frontera con Venezuela, fue el asesinato perpetrado contra cinco personas que no han sido identificadas por las autoridades.
La masacre adjudicada por las FARC se llevó a cabo en un potrero en donde fueron encontrados los cuerpos de las víctimas con las manos atadas e impactos de bala en su cuerpo, acompañados por panfletos en donde el grupo subversivo aseguraba estar “limpiando” el estado de “ladrones de ganado”.
El Cauca escenario de otra masacre
En el municipio de Tambo se confirmó otra de las masacres ejecutadas el fin de semana. El viernes específicamente, fueron asesinadas 6 personas según confirmó el alcalde de esa jurisdicción.
El burgomaestre reveló a medios colombianos que hombres armados llegaron al corregimiento Uribe y se identificaron como miembros de la “nueva Marquetalia”, disidencia de las Farc.
Luego de reunirse con habitantes del sector fueron apartadas del lugar seis personas que luego fueron encontradas sin signos vitales.
Estos asesinatos del fin de semana se suman a la masacre ocurrida la semana pasada en Samaniego, donde un grupo de sujetos con el rostro cubierto ingresó a una fiesta de jóvenes disparando a mansalva. Nueve personas resultaron muertas y, hasta los momentos, se desconoce a los responsables del hecho.
Un común denominador
El presidente Duque ha culpado de esta violencia al narcotráfico. Precisamente estas regiones son afectadas ya sea por cultivos ilícitos, por ser rutas para la salida del clorhidrato de cocaína del país o debido a que el microtráfico ha desarrollado importantes estructuras.
Ello no quiere decir que las personas asesinadas en las masacres en las dos últimas semanas tuvieran que ver con el narcotráfico, pues por ejemplo la mayoría de los 8 jóvenes ultimados en el municipio de Samaniego (Nariño) el pasado 15 de agosto, eran universitarios que habían retornado a su tierra para pasar la cuarentena. Pero sí muestra que los grupos delincuenciales dedicados a este ilícito, como parte del manejo del territorio en que operan, se sienten en algunos casos con derecho a controlar a la población y ‘reprenderla’ si consideran han violado un supuesto orden que imponen.
Precisamente, una de las hipótesis que maneja la Fiscalía acerca de la masacre en Samaniego tiene que ver con que días antes supuestamente circularon panfletos de grupo armados, específicamente del Eln, amenazando atacar a quienes fueran encontrados en fiestas clandestinas violando la cuarentena.
El director de Seguridad Ciudadana de la Policía, general Jorge Vargas, dijo “es una zona de alta complejidad derivada del narcotráfico”.
Con información de El Nuevo Siglo.
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