El exalcalde de Nueva York y quien fue abogado del expresidente republicano Donald Trump se ha declarado en bancarrota días después de que la Justicia estadounidense le ordenara pagar 148 millones de dólares de indemnización a dos trabajadoras electorales de Georgia, a las que acusó de participar en un supuesto fraude electoral en los comicios presidenciales de 2020. Giuliani también enfrenta cargos penales en Georgia por el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Endeudado hasta el cuello, Rudy Giuliani busca tiempo para apelar la decisión de la corte federal neoyorquina, así lo explica su asesor político, Ted Goodman, quien catalogó la acción del exalcalde de Nueva York como una decisión «que no debe sorprender a nadie».
«Ninguna persona podría haber creído razonablemente que el alcalde Giuliani podría pagar una cantidad punitiva tan elevada», afirmó Goodman en un comunicado, añadiendo que la declaración de bancarrota le daría tiempo a Giuliani de «dar transparencia a sus finanzas» y asegurar que «todos los acreedores reciban un trato equitativo y justo» en el proceso.
Durante su sesión ante el Tribunal de Bancarrotas de Nueva York, Rudy Giuliani reveló que tiene deudas de entre 100 a 500 millones de dólares en la actualidad, incluyendo un déficit fiscal de alrededor de 1 millón de dólares y varias cuentas millonarias con bufetes de abogados que lo han defendido en sus múltiples querellas activas. Giuliani solo reconoció tener bienes activos de entre uno a diez millones de dólares.
Aunque la ley estadounidense otorga a todos aquellos que se declaren en la quiebra la capacidad de reorganizar sus deudas y hasta eliminarlas, Giuliani no se salvaría de pagar la indemnización correspondiente a las trabajadoras de Georgia que lo demandaron por difamación.
AFP
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