Uno de los casos más sonados del último tiempo en Colombia fue la desaparición y el hallazgo de los hermanos mucutuy, menores de edad que estuvieron 40 días perdidos en la selva del Guaviare después de que la avioneta en la que viajaban tuviera que aterrizar de emergencia en medio de este sitio. El impacto generó la muerte de su mamá, del piloto y de otra persona que viajaba.
Los cuatro hermanos, de 14, 9, 4 y un año de edad, decidieron abandonar el sitio y comenzar a buscar una forma de salir de la selva amazónica para avisar lo ocurrido. Fueron días de mucha zozobra y miedo por lo que les hubiera podido pasar, pero estos indígenas, para sorpresa de muchos, contaban con algunos conocimientos que les ayudaron a sobrevivir.
Uno de los protagonistas de esta historia fue el perro Wilson, canino que acompañó a la Fuerza Pública en las labores de búsqueda y rescate. Desafortunadamente, su rastro se perdió un día y nunca más se supo de él, pese a que después de encontrar a los niños, los uniformados continuaron con el trabajo de ubicarlo.
El mayor indígena, que fue uno de los encargados de guiar las operaciones en la selva, pues es una zona que conoce de gran manera, diálogo con el periodista Federico Benítez y le aseguró que el perro sigue con vida. Según le contó el comunicador a Noticias Caracol, Rubio explicó que el canino está en la selva, supuestamente así lo pudo ver después de tomar yagé, misma bebida que consumió en el momento que afirmó que los mucutuy serían encontrados en el día 40 de la búsqueda, tal y como pasó.
“Esta semana que vino el mayor rubio al lanzamiento, él me dijo que estuvo un mes metido en la selva estudiando más con su abuelo. Que se metieron a estudiar para elevar su espiritualidad, que tomó yagé y que vio a Wilson”, contó el periodista.
Benítez agregó que esta autoridad indígena sostuvo que el animal está vivo: “Así como vio a los niños en esa época, la semana pasada me contó que vio a Wilson en la selva”.
De esta misma forma, el comunicador reiteró lo que los indígenas ya han manifestado en varias oportunidades: ellos creen que fue la misma selva la que se encargó de devolver a los cuatro hermanos con vida, pero a cambio de esto se quedó con Wilson, que se convirtió en todo un símbolo y hasta su madre recibió una gran condecoración en su nombre.
“Eso es muy fuerte para mí. De nuestra lógica occidental puede ser que a Wilson se lo comió un jaguar, cualquier cosa en la selva puede pasar. Pero desde la creencia de los uitoto dicen que fue un intercambio de la selva, que entregó a los niños, pero se quedó con el perro”, agregó.
Hay un detalle que llama especialmente la atención, según dijo Benítez, y es que en medio de la operación de búsqueda después de que el perro se perdiera, en la zona no se vieron las aves carroñeras que hacen presencia cuando hay animales muertos en la selva. “Si hubiera habido un animal muerto, los gallinazos lo detectan. También se le puso cebo al perro para ver si aparecía, pero al perro se lo tragó la selva”, puntualizó.