Este miércoles 10 de agosto, un centenar de migrantes latinos, la mayoría de ellos venezolanos, llegaron a la Estación Central de autobuses de Nueva York, enviados desde Texas, en viajes organizados por el Gobierno de ese estado.
Los migrantes llegaron a la ciudad de Nueva York luego de un viaje de tres días en autobús, desde la frontera de Texas con México, según informaron a Efe fuentes de la alcaldía.
Asistencia de organizaciones no gubernamentales acompañados de la alcaldía de la ciudad se encargaron de entregar as los migrantes una caja con comida y los iban distribuyendo en albergues —familias por un lado y por otro los hombres solteros, que son mayoría— por la ciudad, salvo a aquellos que expresaban su deseo de dirigirse a casa de amigos o familiares.
Roger, uno de los migrantes de nacionalidad venezolana, el cual es sastre de profesión, declaró a Efe que no fue forzado en ningún momento a subir en el autobús, pero luego de tres meses de penurias para llegar a los Estados Unidos, entre las que se incluyo atravesar la Selva del Darién, aceptó la propuesta de ser trasladado de forma gratuita a Nueva York.
Eric Adams, el alcalde de Nueva York ha declarado en numerosas ocasiones que la ciudad proveerá alojamiento a los migrantes indocumentados mientras legalicen su situación —al igual que hace con todos los sin techo—, y este argumento ha sido utilizado por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, para enviar a emigrantes a Nueva York y Washington, gobernadas por alcaldes demócratas.
Los envíos de migrantes se están haciendo sin la menor coordinación a nivel político, dijeron a Efe las fuentes municipales, y el gobierno de Texas, pese a ser el que organiza los viajes, no informa ni del número de autobuses, los emigrantes que transporta o el estado en que se encuentran (por ejemplo, si tienen enfermedades).
Además, el gobierno de Texas, que ha declarado que desea repartir la carga de la presión migratoria, impuso a las compañías de autobuses un contrato de confidencialidad para que no desvelen detalles sobre estos viajes,
Según denuncias de la alcaldía, el gobierno de Texas impuso a las compañías de autobuses un contrato de confidencialidad para que no desvelen detalles sobre los traslados de los migrantes, por los cual solo algunas organizaciones caritativas, frecuentemente religiosas, consiguen información en Texas de los propios migrantes y la transmiten a Nueva York, para que en la ciudad organicen dispositivo de acogida.
En New York se encuentran más de 4.000 inmigrantes registrados con el sistema de albergues de la ciudad, a donde han estado llegando hace algunos meses.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.