La decisión de la gimnasta norteamericana Simone Biles de retirarse de la competición en los Juegos Olímpicos de Tokio por no encontrarse bien mentalmente supone para los expertos un signo de inteligencia emocional y autoconocimiento además de un revulsivo para comprender la importancia de la salud mental y evidenciar que «antes que deportistas o profesionales, somos personas».
La gimnasta, dominadora absoluta a nivel mundial desde el año 2013, ha agradecido públicamente el cariño recibido desde que anunció su retirada y ha asegurado que esto le ha hecho comprender que su persona es más que sus resultados.
La psicóloga valenciana Gracia Vinagre ha explicado a EFE que con este gesto «ella ha cogido las riendas de su vida» y ha dicho alto y claro que «está por encima de su rol». «Es un acto de responsabilidad con ella misma muy importante», ha añadido.
También el psicólogo Enric Valls hace una reflexión en este sentido y ha indicado que Biles «nos ha demostrado con su acción valiente lo importante que es la salud mental».
Valls ha explicado que las personas que se dedican al deporte de élite son «muy autoexigentes y perfeccionistas», y a veces «caen en una insatisfacción constante», de ahí la importancia de tener un profesional de la psicología que las apoye y trabaje con ellas el aspecto mental al mismo nivel que se trabaja el físico.
Simone Biles, ha añadido, «ha dejado ver que, aun siendo la número uno, puede sentir ansiedad» y lo ha reconocido públicamente. Valls apunta en este sentido que «hay gente que la culpabiliza por no ser fuerte», pero «es justamente lo contrario, el que reconoce que no puede llegar a todo y pide ayuda demuestra inteligencia».
La pandemia, ha recordado el experto, «nos ha hecho más vulnerables y sensibles» y «nos ha demostrado que no somos superhéroes ni súperheroínas». Al mismo tiempo, añade, «se ha visto la importancia de gestionar el pensamiento», y el gesto de la gimnasta «es un ejemplo de que no siempre se tiene que estar al 100% sino que se es una persona en primer lugar» pese a la presión establecida en «esta cultura del logro en la que vivimos».
Vinagre hace referencia a que precisamente en un mundo como el del deporte de élite, en el que se valora más la parte física del ser humano, es «vital» que «se evidencie y se visualice la parte mental», la cual, como se ha demostrado en este caso, «puede ser más importante que el hecho de estar preparada físicamente».
La psicóloga pone también el acento en el hecho de que muchos medios de comunicación están intentando justificar los problemas de salud mental de Biles con los problemas o las dificultades a las que ha hecho frente desde su infancia, pero, consideró, «nuestras circunstancias pueden crear problemas de inestabilidad, pero sin embargo está demostrado que no hace falta pasar por una situación de este tipo para tener un problema de salud mental».
«Todos podemos tener un problema de salud mental sin tener que recurrir a una justificación como esta», ha añadido Vinagre en este sentido. «Si siempre buscamos justificar por qué se da un problema de este tipo lo que hacemos es seguir cerrándole la puerta», agrega.
Cuando vemos estos deportes de élite, añade la especialista, «se nos olvida que son seres humanos en una sociedad competitiva», pero el valor de una persona «no son solo los resultados, en este caso deportivos».
Hace referencia también al judoca español Niko Sherezadishvili, quien fue derrotado perdiendo la posibilidad de medalla y se derrumbó desolado llorando. A su juicio, «se mostró como la persona que hay detrás de la fachada del deportista».
«Las personas son emocionales y tienen dudas», y «tienen derecho a derrumbarse y mostrar sus sentimientos», más allá en este caso, «de los estigmas de género y de cómo debe actuar un hombre según la sociedad».
Ver a Sherezadishvili llorar y a Biles retirarse son dos ejemplos de cómo una competición como los Juegos Olímpicos «pueden ayudarnos a flexibilizarnos como sociedad» más allá «de los estereotipos y las rigideces establecidas y que no les vienen bien a nadie», añade Gracia Vinagre.
Vivimos una sociedad en la que «muchas personas solo miran los resultados, ya sea en el deporte, en el trabajo o en la paternidad», pero «nuestro valor tiene más que ver con quiénes somos» y «cuando cae ese espejo exterior no debe haber una desvalorización absoluta sino que debe llevarnos a conocernos, a saber cómo nos sentimos».
Biles se ha dado cuenta de que «llegado un punto no se sentía cómoda» y ha demostrado un gran «autoconocimiento» y «autocuidado». «Ha dejado ver al mundo de que para ella la salud mental es muy importante», finaliza la psicóloga. EFE