El Ministerio de Energía y Petróleo de Sudán anunció hoy la eliminación de los subsidios para el combustible, una medida implementada para cumplir con el programa de reformas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha doblado el precio de los carburantes en un momento de escasez.
En un comunicado, el ministerio anunció el fin de toda ayuda gubernamental para el combustible y la «liberalización total» de los precios, una medida que ya fue anunciada el pasado octubre y que, ahora, ha motivado un aumento de casi el 100 % del valor monetario de los hidrocarburos.
«A partir de hoy las empresas distribuidoras determinan el precio final del combustible repartido en las gasolineras», apunta la nota.
Con la eliminación de los subsidios, el Gobierno sudanés cumple con la demanda del FMI y se ahorrará unos 1.000 millones de dólares al año que dedicará a ayudas para el combustible, de acuerdo con el comunicado
Esta decisión ha motivado que el precio del litro de gasolina suba a 290 libras sudanesas (unos 0,68 dólares) en relación a las 150 (0,35 dólares) que se pagaban hasta ahora, lo que representa un incremento del 93,3 %.
Asimismo, el precio del diésel también se dobló y sube ahora a las 285 libras (unos 0,67 dólares) el litro.
Todo esto, en un momento en el que la tasa de inflación de Sudán supera el 350 %.
Sin embargo, el Ministerio señaló que estos nuevos precios están sujetos a una «revisión periódica de acuerdo con el precio actual del dólar» y justificó que esta decisión se produce «en el marco de la política estatal orientada a reformar la economía nacional» y para cumplir con los requisitos de las instituciones financieras internacionales.
El pasado 24 de septiembre, el Comité Ejecutivo del FMI respaldó un acuerdo informal por el que el organismo vigilará la implementación de reformas económicas por parte de Jartum, un requisito para el eventual alivio de su gigantesca deuda externa, que asciende a 60.000 millones de dólares.
Este programa de 12 meses estipula el compromiso de Sudán para «eliminar los enormes subsidios de combustible», entre otros aspectos.
En los últimos años, los sudaneses han protestado por la escasez de pan y combustible en el país, que atraviesa una grave crisis económica debido a la devaluación de la moneda local frente al dólar.
Precisamente, la escasez de harina y combustible y la consecuente subida de su coste estuvieron detrás de las protestas que estallaron a finales de 2018 y que culminaron en abril de 2019 con el derrocamiento del dictador Omar al Bashir.
EFE
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