La Agencia Estatal Ucraniana para la Gestión de la Zona de Exclusión de Chernobyl ha anunciado este sábado la evacuación forzosa de dicha zona, situada en la frontera con Bielorrusia y en el camino más corto, apenas 70 kilómetros, entre territorio bielorruso y la capital ucraniana, Kiev.
“La Agencia (…) ha decidido la reubicación incondicional (obligatoria) de los ciudadanos de Ucrania, extranjeros y apátridas, excepto las que realicen actividades relacionadas con las funciones del estado y las necesidades productivas”, ha informado el organismo, según recoge la agencia de noticias Interfax-Ucrania.
Además, se prohíbe cualquier visita a la zona entre el 20 de febrero y el 20 de marzo por el traslado de combustible nuclear agotado y además como medida preventiva prevista en el proyecto de modernización del sistema de control y observación ambiental de la radiación en este complejo.
El presidente de la Agencia Turística de Chernobyl, Yaroslav Yemelianenko, ha informado también del cierre al turismo de la zona de exclusión de Chernobyl a partir del 19 de febrero, aunque ha indicado que a pesar de la tensión hay ucranianos, periodistas y turistas extranjeros que querían visitar la zona.
El 26 de abril de 1986 el reactor de la central nuclear de Chernobyl sufrió fusión del núcleo. Dado que el reactor no estaba protegido por una cámara de contención, la explosión de vapor resultante atravesó el techo de la unidad e hizo llover trozos de barras de combustible y grafito altamente radioactivo en los alrededores.
Los incendios resultantes generaron un humo radiactivo que transportó partículas contaminadas sobre Ucrania, Bielorrusia y Rusia, así como partes de Escandinavia y Europa en general. Según la cifra oficial, reconocida por la comunidad internacional, solo 31 personas murieron como resultado inmediato de la explosión, mientras que la ONU estima que solo 50 muertes pueden atribuirse directamente al desastre.
En la época del accidente, Ucrania era una república soviética y, en un principio, las autoridades soviéticas intentaron encubrir el desastre. Para no levantar sospechas, unos días más tarde celebraron desfiles del Primero de Mayo en Ucrania, haciendo desfilar a niños en edad escolar en medio de un remolino de polvo radiactivo.
Esta actitud insensible contribuyó a avivar el sentimiento antisoviético en toda Rusia, Bielorrusia y Ucrania, las repúblicas más afectadas, y el accidente se considera como una de las causas del colapso de la Unión Soviética cinco años después.
La zona de Chernobyl abarca unos 2600 kilómetros cuadrados a lo largo de la ruta directa más corta desde la frontera bielorrusa hasta Kiev. Aunque no es necesariamente la ruta de invasión más probable desde el norte, porque es pantanosa y densamente boscosa, Ucrania no la descarta.
La combinación de ambos acontecimientos fue ominosa. Moscú comenzó a concentrar tropas de una manera que sugería planes para una incursión en Ucrania a través de Bielorrusia. Kiev también temía que Bielorrusia pudiera crear una provocación, como por ejemplo dirigir a los migrantes hacia la frontera ucraniana —como el gobierno bielorruso hizo con Polonia— y provocar la chispa de la guerra.
Ucrania respondió desplegando 7500 guardias adicionales en la frontera bielorrusa. El coronel Shakhraichuk, del servicio de fronteras, dijo que no podía revelar cuántos fueron destacados específicamente a Chernobyl . Pero los temores sobre una incursión desde Bielorrusia no han hecho más que aumentar esta semana porque Rusia está movilizando tropas y equipos hacia esa zona, antes de las maniobras conjuntas previstas con Bielorrusia en febrero.
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