La Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha revivido una investigación en torno a los correos electrónicos filtrados de la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, según reporta The Washington Post citando a una multiplicidad de fuentes.
Se trata de la correspondencia que Clinton envió desde un servidor privado mientras fungía como secretaria de Estado, un escándalo surgido al inicio de su campaña presidencial y utilizado por Trump para desacreditarla hasta las elecciones de noviembre de 2016.
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De acuerdo con las fuentes, se han clasificado de forma retroactiva los correos que hasta 130 funcionarios actuales o pasados del Departamento de Estado habían enviado años atrás a la cuenta insegura de Clinton, y ahora esas personas están siendo contactadas por las autoridades.
El diario menciona que los contactos con estos individuos comenzaron hace aproximadamente año y medio y continuaron hasta que la investigación se estancó, pero fueron reiniciados en agosto de este año, mes en que un informante denunció una posible conducta irregular de Trump durante una llamada telefónica con su homólogo ucraniano, Vladímir Zelenski.
«Esto no tiene nada que ver con quién está en la Casa Blanca», indicó un alto funcionario del Departamento de Estado al medio estadounidense. «Tiene que ver con el tiempo que tomó revisar millones de correos electrónicos, que es aproximadamente tres años y medio», agregó.
Según trascendió, las personas indagadas no estarían bajo riesgo de acusación criminal, sino que, según una de las fuentes, la pesquisa fue relanzada «para mantener el asunto de Clinton vivo» como «una forma de empañar a un montón de personas de la política exterior demócrata».
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El reporte se produce la misma semana en que fue anunciado el inicio oficial de una investigación de juicio político contra el inquilino de la Casa Blanca, impulsada por su presunta presión a Zelenski para que iniciara una investigación en Ucrania sobre lo que Trump considera como «actos de corrupción» ligados a Hunter Biden, hijo del actual candidato presidencial demócrata, Joe Biden.
Clinton atribuyó su derrota en 2016 en parte a la investigación de los correos realizada por el FBI poco antes de los comicios de ese año. Pese a que no se encontraron motivos para procesar a la entonces candidata presidencial por delito alguno, sí se le llamó la atención por descuido de sus funciones.
En marzo del 2015 se supo que Clinton había utilizado una cuenta de correo electrónico privada durante los años en que encabezó la Secretaría de Estado, una práctica que se considera una violación de la política del Departamento de Estado de EE.UU.
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Su correspondencia hizo públicas varias informaciones clasificadas y personales de la exlíder demócrata. Una parte de estos ‘emails’ ha sido publicada por el propio Departamento de Estado de EE.UU. y otra por WikiLeaks.
Con información de Actualidad RT
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