La primera ministra británica, Theresa May, tiene «total fe» en su embajador en Estados Unidos, Kim Darroch, pero no comparte su opinión de que la administración del presidente Donald Trump es «disfuncional» e «inepta».
Así lo afirmó este lunes un portavoz de la jefa del Gobierno, tras la polémica surgida el fin de semana al filtrarse unos documentos redactados desde 2017, en los que Darroch daba su opinión sobre el Ejecutivo republicano de Trump.
En esos textos, revelados por el dominical «Mail on Sunday», el embajador llegó a decir que para comunicarse con Trump es «necesario presentar argumentos simples, incluso rudos».
«No creemos realmente que esta administración vaya a ser mucho más normal; menos disfuncional, menos impredecible; menos dividida en facciones; menos torpe diplomáticamente e inepta«, escribió Darroch.
El portavoz de la residencia oficial de Downing Street recalcó este lunes que la función del embajador es hacer evaluaciones políticas «honestas» del país donde está destinado, aunque sus opiniones no sean compartidas por el Gobierno del Reino Unido.
«Esta filtración no es aceptable», recalcó el portavoz oficial, que ha avisado de que se ha abierto ya una investigación.
«La primera ministra no está de acuerdo con la evaluación (del embajador). La primera ministra tiene una buena relación con el presidente (Trump) y el Gobierno trabaja estrecha y constructivamente con la administración en una variedad de cuestiones», agregó.
Por su parte, el ministro de Comercio, Liam Fox, que visita actualmente Washington, dijo hoy a la BBC que se disculpará por este incidente con la hija de Trump, Ivanka, cuando se reúna con ella.
Fox lamentó que filtraciones de este tipo puedan llegar a «dañar» la relación bilateral y a tener un «efecto» en los intereses de seguridad de los dos países.
En otro documento, el representante británico en EE.UU. indicó que Trump se sintió «deslumbrado» por la pompa y el boato desplegado por Londres durante su reciente visita de Estado al Reino Unido, donde fue recibido por la reina Isabel II.
EFE