La tormenta tropical Sara se desplaza este viernes por el Caribe paralela a la costa de Honduras hacia Belice, causando fuertes lluvias.
AFP
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos dijo en su último informe que la tormenta se mueve a una velocidad lenta de 4 km/h con vientos máximos sostenidos de 85 km/h hacia el oeste «cerca de la costa norte de Honduras».
También pronóstico 88 milímetros de lluvias en la costa caribeña de ese país. Sara «Luego se moverá en tierra firme en Belice», añadió la entidad.
Según la secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), de Honduras, las ráfagas de vientos elevaron las olas del mar sobre dos metros.
Los aguaceros inundaban calles de las ciudades del norte del país especialmente la paradisíaca Roatán, cabecera de las Islas de la Bahía, el puerto de La Ceiba -donde cayó parte de un puente- y Tocoa, en tierra firme.
A su paso, Sara dejaba en Honduras 45.329 personas afectadas por las lluvias. De ellas, 565 han quedado damnificadas y otras 419 fueron trasladadas a albergues, agregó la entidad.
También fueron rescatadas tres personas desaparecidas en el mar en el departamento de Gracias a Dios, habitado por indígenas misquitos.
La presidenta Xiomara Castro declaró este viernes en Consejo de Ministros una «emergencia nacional» para «dar legalidad a las acciones necesarias» de atención a los afectados, explicó en la red social X.
Copeco declaró en alerta roja cuatro departamentos del Caribe (Islas de la Bahía, Atlántida, Gracias a Dios y Colón) hasta el mediodía del sábado.
En ciudades como San Pedro Sula, la segunda del país, caían fuertes aguaceros desde el jueves y en la capital también cayeron lluvias intermitentes.
El gobierno suspendió sus labores presenciales y las convocó en forma virtual y cerró los aeropuertos de Roatán, La Ceiba y Tegucigalpa.
En Nicaragua, el gobierno declaró en «alerta amarilla en todo el territorio».
En Costa Rica, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) dijo en Facebook que las lluvias «rompieron récord» con «los aguaceros más intensos que se hayan registrado en un noviembre de los últimos 27 años» y se espera que aumenten por lo que la entidad llamó a «extremar medidas» de prevención.
El gobierno cerró el aeropuerto internacional Daniel Oduber, en la ciudad de Liberia, que diariamente recibe vuelos directos desde Estados Unidos.
Por su parte, el gobierno de Belice había anunciado el jueves en las redes sociales que «ondeará una bandera roja» en los centros de atención en una «fase preliminar» ante los posibles embates de la tormenta.
Todos los años, la temporada de lluvias deja decenas y hasta cientos de muertes y cuantiosos daños en la infraestructura en Centroamérica, una de las regiones más vulnerables al cambio climático.
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