La opositora nicaragüense Violeta Granera, que estaba presa en su domicilio acusada de pedir «intervención militar» contra Nicaragua, a falta de cinco meses de las elecciones generales, fue trasladada «en un vehículo no oficial» a un lugar aún desconocido, denunció este sábado la Unidad Nacional Azul y Blanco.
EFE
La Unidad Nacional, a la que pertenece la activista opositora, informó que agentes policiales sacaron de su residencia a Granera hacia las 19.00 horas del viernes (01.00 GMT de este sábado) «en un vehículo no oficial».
«La Policía no informó a donde la trasladarían y si sería interrogada, por lo que se considera una persona desaparecida», señaló ese grupo en una declaración.
La Unidad Nacional aseguró que el abogado defensor de Granera, que es socióloga de profesión, «no fue informado de esta acción que violenta el régimen de arresto domiciliar que le fue impuesto».
PIDEN A POLICÍA REVELE SU PARADERO
«Toda apunta a (que fue trasladada) a El Chipote (las celdas preventivas de la Dirección de Auxilio Judicial, pero al igual que el caso de Félix Maradiaga (uno de los cuatro aspirantes opositores a la Presidencia que se encuentran detenidos), mientras no los presenten públicamente, su condición es de desaparecidos», dijo a Efe el portavoz de la Unidad Nacional Josué Garay.
«La Unidad Nacional exige que la Policía revele el paradero de Violeta Granera», demandó ese grupo.
De momento, la Policía Nacional no se ha referido al trasladado de la activista opositora.
Granera, que aspiró a la Vicepresidencia de Nicaragua en las elecciones de 2016 antes de que las autoridades impidieran la participación de la Coalición en la que competiría y que pertenece ahora al Consejo Político de la Unidad Nacional, permanecía «en su casa bajo custodia policial» desde el martes pasado.
La Justicia nicaragüense ordenó el jueves prisión preventiva hasta por 90 días para la activista opositora dentro de la causa que ha abierto la Fiscalía en su contra «por tener fuertes indicios de que ha atentado contra la sociedad nicaragüense y los derechos del pueblo», según informó en la víspera el Ministerio Público.
HABÍA DENUNCIADO INTERVENCIÓN TELEFÓNICA
La Policía detuvo el martes a Granera bajo la acusación de «realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares», y otros delitos.
Antes de su arresto, Granera denunció la usurpación de su identidad en una entrevista que brindaría a una emisora de Miami, Estados Unidos.
«Estén alertas, porque la intervención de teléfonos está llegando al punto de hacerse pasar por nosotros (opositores)», afirmó Granera en una denuncia pública.
Granera, de 68 años, es hija de «Ramiro Granera Padilla, un senador liberal durante el Gobierno de los Somoza, asesinado por un comando del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) poco antes del derrocamiento de la dictadura», según su biografía.
La Policía de Nicaragua, que dirige un consuegro del mandatario Daniel Ortega, Francisco Díaz, mantiene bajo arresto a los aspirantes presidenciales por la oposición: Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro García, a falta de cinco meses de los comicios.
En esas elecciones convocadas para el 7 de noviembre, Ortega, de 75 años, quien retornó al poder en 2007 y gobierna desde 2017 junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, aspira por octava vez a la Presidencia.
El líder sandinista, quien ha sido tildado como «dictador» por EE.UU., que ha instado al resto de países del mundo a que lo traten como tal, está en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.
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