Un tribunal israelí levantó este domingo la orden de silencio sobre el caso ‘BibiLeaks’, confirmando que Eli Feldstein, portavoz del primer ministro Benjamín Netanyahu, está siendo investigado como el principal sospechoso de la filtración de documentos de la inteligencia militar a la prensa internacional para condicionar la opinión pública israelí.
Si bien los medios locales venían acusando a Feldstein desde que fue detenido hace tres semanas, ha sido hoy cuando, al levantarse la orden de silencio sobre la investigación del servicio interior de inteligencia (Shin Bet) y la Policía, se ha confirmado oficialmente que es el principal sospechoso, así como la línea que siguen las pesquisas de las autoridades.
La línea de la investigación se centra en un soldado reservista que trabajaba en la inteligencia militar y envió a Feldstein a través de redes sociales los documentos clasificados en junio, los cuales el portavoz retuvo hasta septiembre, cuando a raíz de la polémica del asesinato de seis rehenes en Gaza los difundió a medios internacionales, según la cadena 12 de la televisión local.
Difundir estos documentos tenía por objetivo condicionar la opinión pública israelí, en ese momento inmersa en protestas multitudinarias contra el Gobierno por el asesinato de los rehenes y demandando un acuerdo de alto el fuego en Gaza para traer a los cautivos de vuelta.
Para ello, Feldstein trató de difundir los documentos, según los cuales Hamás utilizaba la cuestión de los rehenes para dividir a la población, entre la prensa local, pero la censura nacional evitó la publicación de esta información.
Fue entonces cuando el portavoz de Netanyahu eludió la censura al filtrar el material a los diarios internacionales Bild y The Jewish Chronicle, según el canal 12.
Después, advirtió a medios israelíes de las informaciones que iban a publicar estos diarios para que se hicieran así eco de ellas.
«La banda de Netanyahu dirigió una operación criminal contra el acuerdo de liberación de los rehenes y las familias, mientras proporcionaba ayuda al enemigo y ponía en peligro la seguridad del Estado», dijo este domingo Einav Zangauker, madre de uno de los rehenes que continúan cautivos en Gaza.
Su hijo, Matan Zangauker, es uno de los 97 rehenes que se cree que siguen en Gaza tras su secuestro durante el ataque de milicianos palestinos el 7 de octubre de 2023, de los cuales el Ejército estima que más de una treintena están muertos.
Las filtraciones de documentos de inteligencia militar, conocidas popularmente como el caso de los ‘BibiLeaks’, se produjeron a principios de septiembre de este año.
El Ejército israelí halló el 31 de agosto los cadáveres de seis rehenes que habían sido asesinados horas antes de ser encontrados, algo que desató un enorme descontento entre la población, especialmente porque algunos de ellos estaban incluidos en el primer intercambio de rehenes por presos palestinos que se habría producido si Israel y Hamás hubiesen acordado un alto el fuego.
Bild y The Jewish Chronicle publicaron poco después información de inteligencia, según la cual el difunto líder de Hamás, Yahya Sinwar, conspiraba para escapar junto a los rehenes de Gaza por el corredor Filadelfia, la divisoria entre la Franja y Egipto, lo que Netanyahu usó para insistir en la necesidad de que Israel mantenga indefinidamente el control militar de esa frontera y no firmar una tregua con Hamás. La publicación británica retiró su artículo tras quedar desacreditado.EFE
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