Los partidos de la oposición en Países Bajos celebran la ruptura este viernes de la coalición de centroderechas liderada por Mark Rutte y exigen la celebración de elecciones anticipadas, a pesar de que el primer ministro no ha presentado aún su renuncia, ni ha aclarado si buscará seguir en un gobierno en minoría.
EFE
El líder del partido de ultraderecha PVV, Geert Wilders, exigió la celebración de “unas elecciones rápidas ya” y un debate parlamentario “el lunes, como mucho el martes”, a pesar de que el Parlamento comenzó hoy su receso de verano.
“Adiós Rutte, adiós (ministra de Finanzas, Sigrid) Kaag y todos los demás”, añadió Wilders, anunciando su disposición a cooperar con Rutte después de las elecciones porque, dijo, “hay que estar por encima de los egos”.
También celebró el colapso del ejecutivo Caroline van der Plas, líder del Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), que representa los intereses del sector agrícola y arrasó en las elecciones provinciales del pasado marzo, en las que también convirtió a su partido en el más grande del Senado.
Van der Plas, que aseguró estar lista para una campaña electoral porque “las pancartas y las banderas están aún en el cobertizo», publicó una foto suya sonriendo sentada en una terraza, con el mensaje: “¿Cómo te ves cuando cae el gobierno?”.
Por parte del socialdemócrata PvdA, su líder Attje Kuiken advirtió de que Rutte está “descartado” como socio porque Países Bajos necesita un gobierno que muestre “decisión”.
El líder de la izquierda verde GroenLinks, Jesse Klaver, lamentó que el gobierno “no ha logrado nada” y “ha interpuesto siempre el interés político propio”, y pidió elecciones anticipadas “para que se pueda formar un gobierno que haga lo necesario” por el país.
Si Rutte presenta su dimisión y anuncia elecciones anticipadas, los comicios se celebrarían probablemente en otoño, entre octubre y noviembre, según confirman desde el Consejo Electoral.
Más allá del espectro político, los representantes sociales son muy críticos con lo ocurrido. El presidente de la federación de Sindicatos Neerlandesas (FNV), Tuur Elzinga, consideró que el último gabinete de Rutte “fue un gabinete que estructuralmente no hizo nada frente a las situaciones desesperadas e inciertas en los hogares de muchas personas».
Los liberales del primer ministro Mark Rutte (VVD), los demócratas cristianos (CDA), el progresista D66 y Unión Cristiana (CU) han gobernado en coalición desde enero de 2022, casi un año después de unas elecciones que se convocaron tras la dimisión en enero de 2021 del anterior gabinete, que también estuvo liderado por Rutte y con los mismos partidos.
Los cuatro partidos han estado en desacuerdo en los últimos meses sobre cómo gestionar la afluencia de refugiados, pero la situación se tensó el miércoles, cuando Rutte puso sobre la mesa limitar a 200 los familiares de refugiados reagrupados al mes y un periodo de espera de dos años antes de que puedan viajar a Países Bajos, lo cual es una línea roja para D66 y CU.
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