Este martes se realiza en Ginebra la Sesión de Examen de Venezuela correspondiente a su tercer ciclo del Examen Periódico Universal, un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
La sesión es un diálogo interactivo entre el Estado, examinado, en este caso Venezuela y los Estados miembros de ONU que participan como examinadores.
Las intervenciones de las distintas delegaciones internacionales, dejaron constancia de la preocupación de la comunidad internacional, por la grave situación que atraviesa Venezuela.
Durante su intervención, la delegación del Vaticano, quien ha participado como mediadores en los procesos de diálogo en Venezuela, se mostró preocupada por la falta de entendimiento entre las partes políticas en el país por lo que recomendaron «seguir los esfuerzos para garantizar un diálogo sincero, mejorar la lucha contra la violencia penal y el uso desproporcionado de las fuerza, garantizar el acceso al sistema para combatir la impunidad».
Conociendo la grave crisis humanitaria que atraviesa Venezuela, la Santa Sede pidió «reforzar las políticas para asegurar el acceso a servicios esenciales, incluyendo el abastecimiento de alimentos, la atención médica y el derecho a educación integral de calidad»
La situación de las cárceles también fue abordada por el Vaticano y por las persecuciones pidió «fortalecer las medidas nacionales para combatir la violencia penal, en especial en lo concerniente a las detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y el uso desproporcionado de la fuerza por civiles y fuerzas de seguridad»
El Vaticano exigió también «asegurar el carácter independiente de todos los aspectos del sistema de justicia y garantizar acceso al sistema para todas las personas con el fin de combatir la impunidad y proporcionar reparación a las víctimas»
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