El jefe de Seguridad Pública de Texas explicó que cuando las autoridades entraron a la escuela, abrieron la puerta del salón en el que se encontraba el atacante con una llave, porque estaba cerrada, en lugar de derribarla. Eran cerca de 20 agentes que se mantuvieron en el pasillo por varios minutos en espera de la llave y de un equipo táctico.
«Fue una mala decisión, punto. No hay excusas para no haberlo hecho», admitió en una conferencia de prensa en la que, nuevamente, la respuesta de las autoridades para frenar el tiroteo ha sido cuestionada. Explicó que dudaron de si se trataba de una situación de rehenes o de un tiroteo: «Cuando hay un tiroteo todo cambia».
Una vez que entraron al aula, a las 12:50, mataron al atacante. Había pasado más de una hora desde que el atacante salió de la pickup Ford que dejó abandonada en la calle. Eso ocurrió a las 11:28am.
El director McCraw confirmó también que a los agentes de la Patrulla Fronteriza, junto con otras fuerzas del orden, se les dijo que se abstuvieran de enfrentarse al atacante durante un periodo de tiempo en que le sujeto ya estaba dentro de la primaria.
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