En los alrededores de la Casa Rosada no había a las 7.30 demasiado movimiento. Ni banderas, ni militantes para apoyar al Gobierno tras el intento de asesinato de la Vicepresidenta Cristina Kirchner anoche en Recoleta. Sí había un refuerzo muy notorio de la seguridad y se empezaron a colocar vallas sobre el frente de la calle Balcarce. En los pasillos de la sede gubernamental, además de la habitual presencia del personal de Casa Militar que utiliza su habitual uniforme de civil, se le agregaron miembros del Regimiento de Granaderos, vestidos de fajina con armas largas.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, fue el primero en arribar, temprano, a las 7.25, y prefirió no hacer declaraciones. Recién después de las 8 empezaron a sumarse ministros y otros funcionarios para participar de la reunión de Gabinete a la que se convocó con urgencia para tratar la situación.
Así se pudo observar cómo entraban sin mantener contacto con los numerosos móviles periodísticos que los aguardaban sobre la entrada que da a la explanada a los ministros Aníbal Fernández (Seguridad), Tristán Bauer (Cultura), Jaime Perczyk (Educación), Jorge Taiana (Defensa), Juan Cabandié (Ambiente y Desarrollo Sostenible), Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología), Carla Vizzotti (Salud) y los secretarios de la Presidencia, Julio Vitobello; de Legal y Técnica, Vilma Ibarra; la portavoz presidencial Gabriela Cerruti y Cecilia Todesca (secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería).
A las 8.54 se produjo la llegada del helicóptero con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa. Y apenas unos minutos más tarde se dio comienzo a la reunión.
El Presidente se sentó a la cabecera de la larga mesa dispuesta en el salón Eva Perón de la Casa de Gobierno. Ya habían ingresado antes los ministros restantes, con las excepciones del titular de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien fue hasta el departamento de Cristina Kirchner en la intersección de las calles Juncal y Uruguay, para acompañarla, y del ministro de Desarrollo Territorial, Jorge Ferraresi, quien eligió quedarse en su territorio, Avellaneda, organizando la movilización que el Frente de Todos realizará al mediodía a Plaza de Mayo.
Unos minutos antes en declaraciones radiales, la portavoz Cerruti había dicho que “estamos en uno de los días más difíciles por la conmoción que sentimos todos como funcionarios de gobierno, como dirigentes políticos, como periodistas, pero también en lo personal. Esperemos encontrar una salida a este momento tan crítico”.
Luego, la responsable de la comunicación presidencial agregó que “la convocatoria a Plaza de Mayo viene de diferentes sectores. El gobierno decretó el feriado porque somos de la generación que sabe que la democracia y la paz se defienden en la calle, en un enorme abrazo colectivo a nuestra vicepresidenta. Vamos a defender la paz, la democracia, la convivencia. Todo eso que fue saqueado por el nivel de persecución mediático judicial y por el crecimiento del discurso del odio. Ese que ya vimos en otros países a dónde lleva”.
Al mismo momento el canciller Santiago Cafiero, quien llegó a la Rosada en una camioneta negra y entró al Salón de los Bustos hablando por su celular a las 8.30, también se expresaba del mismo modo.
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