El mal clima en California parece no dar tregua y, nuevamente, la zona está bajo alerta meteorológica.
Este martes, en el día de la primavera en Estados Unidos, el estado amaneció con lluvias en varias regiones -especialmente en el centro y el sur- y con un pronóstico de ocho centímetros de agua (80 mm), según informó el Servicio Nacional de Meteorología. En tanto, para los lugares con una elevación superior a los 1.800 metros, se prevé hasta 120 centímetros de nieve.
Asimismo, se anuncian fuertes vientos de hasta 128 kilómetros por hora en las regiones montañosas y de hasta 96 kilómetros por hora en el litoral y los valles. Los servicios de emergencia han pedido especial cuidado a los ciudadanos por la caída de árboles y la destrucción de líneas de transmisión eléctrica.
“Es otro evento climático significativo que, con todo lo que ha ocurrido antes, causará enormes problemas”, escribió en su cuenta de Twitter el meteorólogo Daniel Swain sobre este fenómeno que se suma a la larga lista de lluvias torrenciales que dejó este invierno boreal.
En este contexto, las autoridades del valle central de California emitieron órdenes de evacuación para los habitantes de varias comunidades en el condado de Tulare. Hace 80 años reposaba allí el espejo de agua que comparte el nombre del lugar pero lleva décadas seco. Sin embargo, ante la amenaza de nuevas fuertes precipitaciones, sumadas a la seguidilla de tormentas que ya llevan meses, se cree que este lago podría resurgir.
También, el Servicio Nacional de Meteorología extendió las advertencias a otras localidades -desde el sur hasta San Francisco– por posibles inundaciones y hasta se instó a los habitantes a tomar precauciones adicionales a la hora de desplazarse por las carreteras.
“Recuerden ser precavidos y aumentar la distancia entre los vehículos si tienen que ir a algún lugar hoy”, escribieron en las redes sociales las autoridades de Los Ángeles.
“Los niveles del agua están extremadamente altos en ríos, afluentes y cascadas. Fuertes precipitaciones en regiones bajo los 1.200 metros pueden causar nuevas inundaciones o empeorar las ya existentes entre hoy (martes) y la noche del miércoles”, agregó en tanto el servicio meteorológico de Hanford, en el valle central.
De esta manera, parece que “el invierno no quiere acabar”, bromeó el organismo de Reno, la región montañosa entre California y Nevada donde se registró la segunda temporada con más nieve en 77 años.
Estos fenómenos se deben al paso de varios ríos atmosféricos que azotaron durante los últimos meses la región oeste de Estados Unidos. Se trata de sistemas meteorológicos cargados de humedad que provienen del Pacífico.
Estos fenómenos han tomado por sorpresa varios condados de la región que no contaban con los recursos para hacer frente a capas y capas de nieve y lluvias torrenciales incluso en lugares de poca elevación.
Inclusive, tan sólo 10 días atrás, la costa central del condado de Monterey quedó bajo alerta luego de que, en medio de la tormenta del décimo río atmosférico, el dique del río Pájaro sufriera una ruptura y derivara en una inundación masiva.
El presidente Joe Biden declaró, entonces, el estado de emergencia para agilizar el envío de ayuda federal para asistir a los damnificados a la par de las asistencias del estado. “Estamos desplegando todas las herramientas que California dispone para proteger a las comunidades de las implacables y mortales tormentas que azotan nuestro estado”, había declarado el gobernador Gabin Newsom.
(Con información de AFP)
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