Los habitantes de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y otras islas del Caribe deben estar preparados para hacer frente a una nueva tormenta tropical que avanza hacia la región con rapidez.
A pesar de la intensidad creciente del sistema, el NHC no ha indicado todavía que alcanzará el estatus de huracán, el cual requeriría vientos sostenidos de 119 kilómetros por hora o más. La temporada de huracanes del Atlántico ha visto hasta ahora cinco tormentas nombradas, siendo esta la quinta potencial que podría recibir el nombre definitivo de Ernesto.
Debido a la proximidad del sistema tropical, se emitió una alerta de tormenta tropical de 48 horas para múltiples islas del Caribe, incluyendo Guadalupe, San Cristóbal y Nieves, Montserrat, Antigua y Barbuda, Anguila, Saba, San Eustaquio, San Martín, Sint Maarten, Puerto Rico, Vieques y Culebra. Estas islas podrían enfrentar hasta 15 centímetros de lluvia y condiciones peligrosas de oleaje y viento.
El seguimiento del sistema por parte del NHC también advierte a las islas de Sotavento, así como a las Islas Vírgenes Británicas y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos que vigilen de cerca el progreso del frente, el cual podría golpear la región a primera hora del miércoles. Sin embargo, los modelos actuales sugieren que, después de pasar por el Caribe, el sistema se desplazará hacia el norte, alejándose de la costa del territorio continental de los Estados Unidos.
El potencial aumento de ciclones y tormentas está en línea con el pronóstico más reciente de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que concluyó que hay un 90% de posibilidades de que la temporada de huracanes sea superior a lo normal, según publicó CBS News.
Los expertos de la Universidad Estatal de Colorado coinciden en que las temperaturas del mar inusualmente cálidas en el Atlántico tropical están proporcionando el combustible necesario para el desarrollo e intensificación de tormentas.
“Las temperaturas extremadamente cálidas de la superficie del mar proporcionan un entorno dinámico y termodinámico mucho más propicio para la formación e intensificación de huracanes”, afirmaron los investigadores en un documento publicado recientemente.
Mientras tanto, partes de Carolina del Norte han sido azotadas por inundaciones severas, afectando a unas 2 millones de personas con alertas de inundación debido a lluvias que han desbordado ríos ya afectados por las condiciones climáticas, complicando aún más los esfuerzos de recuperación en una región que sigue lidiando con los efectos del huracán Debbie.
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