La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) desaconsejó la utilización del antiparasitario ivermectina en la prevención o el tratamiento del coronavirus por fuera de ensayos clínicos controlados.
Vía Infobae
La EMA concluyó este lunes que “los datos disponibles no apoyan su uso para el COVID-19 por fuera de ensayos clínicos”, informó la agencia con sede en Amsterdam en un comunicado. “Otros estudios son necesarios para sacar conclusiones sobre la eficacia y la inocuidad del producto en la prevención y el tratamiento del COVID-19”, reza el flamante escrito.
La eficacia de la ivermectina contra el coronavirus, a veces presentada en las redes sociales como remedio “milagro”, no está demostrada científicamente. El empleo de esa medicina como tratamiento contra la enfermedad no está autorizado en la Unión Europea, y la EMA no recibió “ninguna petición para tal utilización”, precisó el regulador europeo.
La ivermectina es un medicamento barato para uso veterinario y humano utilizado contra parásitos, como la sarna, la oncocercosis y los piojos. Sin embargo, si bien un estudio australiano publicado en abril de 2020 observó una eficacia in vitro (en laboratorio) de la invermectina contra el virus SARS-CoV-2, esta no está demostrada en el hombre, puesto que hasta ahora los ensayos fueron limitados y con muchos sesgos.
Además, muy a menudo los tratamientos in vitro no pueden trasladarse al ser humano, especialmente porque no pueden administrarse las mismas concentraciones de medicamentos.
En Estados Unidos, médicos reunidos en un grupo llamado “Front line COVID-19 Critical Care Alliance” defienden con ahínco este medicamento. Su máximo responsable, el doctor Pierre Kory, aseguró incluso en diciembre que su eficacia había sido probada ante una comisión del Senado estadounidense.
En Francia, un sitio de Internet que promueve terapias llamadas alternativas y fuente de falsas informaciones afirmó por su parte el mes pasado que “todas las pruebas científicas muestran la eficacia de la ivermectina”.
Este tipo de afirmaciones proliferaron especialmente en los últimos meses en América Latina. El 5 de enero, el presidente brasileño Jair Bolsonaro, que ya había promovido la hidroxicloroquina como medicamento eficaz contra el COVID-19, defendió el uso de la ivermectina en Twitter.
La hidroxicloroquina es también un medicamento antiparasitario promovido al principio de la pandemia igualmente por otros dirigentes como Donald Trump, pero cuya eficacia tampoco fue probada por la ciencia.
Para apoyar ambos medicamentos se emplea a menudo la misma retórica en las redes sociales, según la cual las autoridades los ignoran porque son baratos y por tanto no rentables para la industria farmacéutica.