Uruguay superó las 1.000 muertes por la covid-19, después de que este jueves se batiera un nuevo récord, con 35 fallecimientos en una jornada, según el informe diario del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae).
Treinta y cinco personas de entre 23 y 94 años perdieron la vida por casos vinculados con el coronavirus SARS-CoV-2, por lo que el país suramericano alcanzó, desde que se decretó la emergencia sanitaria el 13 de marzo de 2020, los 1.009 fallecimientos.
El peor departamento (provincia) fue Montevideo, pues registró 18 de las 35 muertes de la jornada, incluidas tres personas por debajo de 50 años.
El informe del Sinae indicó que, de los 15.104 análisis efectuados este jueves, hubo 1.728 positivos, a los que se agregan 913 correspondientes a días anteriores y no reportados previamente, por lo que el total de casos nuevos asciende a 2.641 y el de acumulados desde el inicio de la pandemia a 108.188.
En este momento, en Uruguay hay 21.979 personas que están cursando la enfermedad, de las que 360 están en cuidados intensivos.
El informe diario de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva resaltó este jueves que actualmente hay 606 camas ocupadas de 865 operativas, lo que supone un 70 %. De ese total, un 41,9 % corresponden a pacientes con la covid-19.
Con todo el país en rojo, según el índice de riesgo de Harvard, que establece más de 25 casos por 100.000 habitantes, diferentes sociedades médicas y científicas del país pidieron durante el fin de semana al Gobierno nacional «medidas efectivas» para la reducción de la movilidad ante lo que consideran una «catástrofe sanitaria inminente».
Ese día, en un comunicado emitido en la red social de Twitter, el Sindicato Médico de Uruguay junto a sociedades científicas, gremios, organizaciones y facultades de la salud insistieron en el «crítico escenario» por el aumento de casos que determina la saturación de las áreas de cuidados intensivos.
Este lunes, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, dijo a la prensa que su país «no cree en un estado policíaco» y, por eso, reafirmó que no confinará a la población pese al rebrote de la primera ola de covid-19, que está llevando a una situación cercana al colapso a las unidades de cuidados intensivos.
Dicha declaración fue dada por el mandatario minutos después de vacunarse e ingresar en la lista de 662.421 personas que ya fueron inoculadas con la primera dosis de CoronaVac o Pfizer contra el SARS-CoV-2. Además, 58.944 recibieron la segunda dosis. EFE