“Una red iraní de células terroristas se extiende por todo el mundo y está lista para su activación en el momento que sea necesario”. Esas declaraciones de oficiales iraníes publicadas días atrás por la prensa local de ese país ha puesto en alerta a un gran número de agencias occidentales de contrainteligencia.
En momentos en que las tensiones en el Golfo Pérsico siguen en alza, la amenaza de la República Islámica de escalar su enfrentamiento con los Estados Unidos significa que las posibilidades de una activación terrorista del poder iraní aumentan peligrosamente según los mensajes del régimen de Teherán fortalecen ese escenario.
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Las sanciones estadounidenses están causando daños sin precedentes a la economía iraní. En respuesta, el régimen radical chiíta ya ha proporcionado al mundo varias muestras de su capacidad para ordenar la ejecución de ataques para desestabilizar Oriente Medio, y ahora, amenaza hacer lo propio atacando Europa, Estados Unidos y el continente latinoamericano de ser necesario.
Los houthis respaldados por Irán en Yemen lanzaron recientemente aviones no tripulados que detonaron en los blancos sauditas, y también han disparado misiles cruceros dirigidos a las instalaciones petroleras y aeropuertos del reino Saudita.
Una milicia chiíta apoyada por Irán en Irak, cuyo nombre es Kataib Hezbollah, es sospechosa de disparar cohetes a los intereses de Estados Unidos, y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica lanzó ataques utilizando minas marítimas contra petroleros civiles en el estrecho de Hormuz y el Golfo de Omán.
Estos incidentes representan una pequeña muestra de las capacidades de Irán. Los iraníes han creado una amplia red de organizaciones y grupos celulares terroristas que se extiende más allá de Oriente Medio. Los miembros de esa red van desde ejércitos jerárquicos terroristas como Hezbollah en Líbano, Hamas y Yihad Islámica Palestina en Gaza, estos grupos terroristas están armados con un verdadero arsenal de proyectiles tierra-tierra, y disponen como en el caso del Hezbollah chiíta, de células durmientes activas en Europa, América del Norte y Latinoamérica.
En la región, Israel es el estado al que los terroristas consideran “primera línea de objetivos”. Los israelíes contraatacan y se defienden de Irán y sus redes terroristas en Siria y Líbano. El Estado de Israel ha asumido el papel principal en la identificación, monitoreo, en la prevención de ataques, así como de alertas para las agencias de inteligencia occidentales sobre esta amenaza terrorista.
Oficiales de inteligencia israelíes brindaron opiniones sobre esta guerra en las sombras en declaraciones pronunciadas días pasados en la Conferencia de Herzliya donde se manifestó que la Guardia Revolucionaria de Irán y el Ministerio de Inteligencia iraní son responsables de las operaciones terroristas en el extranjero. Mientras que el Ministerio de Inteligencia es responsable de establecer escuadrones de asesinatos selectivos dirigidos contra figuras de la oposición iraní en el extranjero, al tiempo que el CGRI junto con Hezbollah es el que coordina la identificación de blancos y financia los ataques de objetivos israelíes, así como objetivos judíos civiles en cualquier parte del mundo.
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Esto explicaría el descubrimiento reciente de una fábrica clandestina de bombas de Hezbollah en Londres. Parece muy probable que las bombas estuvieran destinadas a las células del grupo islamista que planeaban atacar objetivos israelíes en Gran Bretaña.
Por otra parte, las agencias de seguridad occidentales dicen disponer de elementos probatorios que indican que el Ministerio de Inteligencia de Irán activó una red terrorista europea en junio del año pasado enviándola en una misión de bombardeo contra un evento de la oposición iraní que contó con la presencia de Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York. Según los informes, la operación (que fue neutralizada por las fuerzas de seguridad) incluía una bomba de media tonelada de explosivos.
En los últimos años, varias figuras de la oposición iraní fueron asesinadas en Turquía y Holanda, mientras que otros dos intentos de asesinatos en Dinamarca y Suecia fueron frustrados por las policías locales.
Desde Viena, Austria, un diplomático iraní dirigía el complot de la bomba en Francia donde asistiría Giuliani, según informó la Policía austriaca. El diplomático y otros miembros de la célula fueron detenidos y actualmente están bajo arresto en Bélgica.
Según fuentes de seguridad europeas, la Fuerza Al-Quds, sindicada como la unidad de operaciones en el extranjero de Irán, reclutó a 300 combatientes en Irak y Siria y los trasladó a África para crear una red terrorista capaz de atacar objetivos occidentales en todo el continente africano. Los agentes iraníes de esa célula reunieron información de inteligencia sobre la oposición iraní y sobre objetivos israelíes en África y Azerbaiyán, Estados Unidos, Dinamarca, Panamá, Brasil, Paraguay y México. La comunidad de inteligencia israelí está involucrada junto a las agencias europeas en el esfuerzo por frustrar estas amenazas antes de que ocurra la muerte de inocentes. “Estamos trabajando hombro con hombro con otros países para prevenir más muertes declararon oficiales de la seguridad francesa”.
Desde París se informó que parte de los planes de Irán incluyen la preparación de ataques contra activos estadounidenses e israelíes en el extranjero. Irán también podría ordenar a su red que ataque objetivos europeos e israelíes en cualquier momento, advirtió la inteligencia israelí, señalando que Teherán acusa a Israel de estar detrás de la campaña de presión económica del gobierno de Trump y una de las maneras más fáciles de tomar venganza es atacando objetivos israelíes en Europa y en todo el mundo.
Irán ha hecho esto antes. En 1992 y 1994 lo hizo en Argentina. Y en 2012 ordenó una ola de ataques contra blancos israelíes en Bulgaria, Chipre, India y Kenia. Ello se dio en el marco de lo que Teherán sindicó como represalia por una campaña de sabotaje de su programa nuclear que atribuyó a Israel. Esto incluyó un ataque suicida con bomba a un autobús de turistas israelíes en Burgas: el atacante terrorista se inmoló en la operación y asesinó a seis personas.
Hay otros muchos incidentes desde los últimos dos años a la fecha, ?el caso de agentes de Hezbollah operando en países que parecen lejanos al escenario del conflicto, como Perú, Venezuela, Paraguay, Bolivia y Brasil en su frontera con Argentina.
Más recientemente, las fuerzas de seguridad alemanas notaron que Hezbollah mantiene una presencia permanente de más de 1.200 operativos en suelo alemán. Estas redes terroristas también han penetrado en América del Norte, según una serie de informes recientes.
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Los medios canadienses revelaron el mes pasado que, en 2017, un agente de Hezbollah recopiló información detallada y sensible sobre el aeropuerto Pearson de Toronto. La Autoridad de Seguridad del Transporte Aéreo de Canadá emitió en su momento un comunicado sobre un agente de células dormidas de la organización terrorista llamado Ali Kourani, que era miembro de la Unidad 910 de Hezbollah.
Con base en los EEUU, Kourani visitó el aeropuerto de Pearson siete veces antes de ser arrestado. También exploró el aeropuerto JFK de Nueva York y varias sedes e instalaciones del gobierno de EEUU.
Kourani envió los resultados de sus actividades de vigilancia a sus superiores de Hezbollah en Líbano en dispositivos de almacenamiento de información digital. Según el informe de las autoridades canadienses, la célula terrorista formaba parte de la Sección Operaciones de Vigilancia y Planificación de Ataques de la organización chiíta proiraní.
En mayo, un tribunal estadounidense condenó a Kourani por ocho cargos relacionados con su trabajo como agente operacional de Hezbollah. Su sentencia final está programada para el 27 de septiembre próximo. “La misión de Kourani fue la de ayudar a conseguir armas y reunir información sobre posibles objetivos dentro de los EEUU para ataques terroristas de Hezbollah”, según indicó un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de EEUU.
Otros informes señalan que Kourani se casó con una mujer libanesa-canadiense para evadir una investigación de la Agencia de Migraciones de Canadá. También se hizo amigo de un empleado del aeropuerto canadiense y lo convenció de que aceptara llevar una bolsa a bordo de un avión.
“La Unidad 910 era más activa en Canadá que en los Estados Unidos”, declaró Kourani al FBI. “El terrorista probablemente tenía como objetivo contrabandear explosivos a los EEUU desde Canadá”, indicó luego el FBI.
Dada la volatilidad de la región, en las próximas semanas la mayoría de los gobiernos occidentales están implementando medidas extras de seguridad ante una posible escalada en el tenso escenario del Golfo Pérsico. Las agencias de inteligencia de esos gobiernos se encuentran en alerta máxima ante la activa y letal red terrorista internacional de Irán.
Infobae