Miles de jóvenes forzaron este lunes la entrada en la sede del Parlamento de Hong Kong y al menos un centenar ocupa el interior del edificio. En torno a las 21.00 hora local (15.00 en la España peninsular) lograron levantar última barrera metálica y entrar uno a uno. Posteriormente entraron en grupo. Por la mañana la Policía había reprimido un primer intento con gases lacrimógenos y porras.
El asalto se ha producido mientras en las calles del centro de la ciudad centenares de miles de personas participaban en una marcha pacífica de protesta contra el Gobierno autónomo, en el 22 aniversario del traspaso de la soberanía de la antigua colonia británica a China.
Provistos con barras de hierro, e improvisando arietes con barreras metálicas -o las propias defensas que la Policía había colocado para impedir el paso al edificio-, los jóvenes, vestidos de negro, habían conseguido inicialmente quebrar los cristales blindados de las puertas. La mayoría lleva la cara cubierta con gafas de buceo, mascarillas y cascos de albañil, tanto para protegerse de posibles ataques con gas pimienta como para ocultar su identidad.
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Poco después de las 18.00 (hora local, las 12.00 en la España peninsular), y en una atmósfera muy tensa, la Policía había emitido la primera alerta roja para el Parlamento en la historia de Hong Kong. Esa alerta ordenaba la evacuación del área, aunque los jóvenes continuaron firmes.
Tanto ellos como los participantes en la marcha pacífica de protesta reclaman la dimisión de la jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, y la retirada definitiva del proyecto de ley de extradición suspendido sine die hace dos semanas y que hubiera permitido por primera vez la entrega de sospechosos a China. Hong Kong disfruta de libertades no permitidas en el resto del país, gracias al principio “un país, dos sistemas” que Pekín y Londres acordaron que se aplicaría a la antigua colonia durante 50 años tras la vuelta a la soberanía china. Los residentes perciben esta ley como un intento de China de ir eliminando el trato diferente a este territorio y de acelerar su conversión en una ciudad más de este país.
La tensa situación obligó a los organizadores, por instrucciones de la Policía, a modificar la ruta de la marcha. En lugar de pasar por la céntrica área de Admiralty y terminar frente al Legislativo, como había ocurrido en las dos manifestaciones masivas contra el proyecto de ley que precedieron en junio a la de este lunes, concluyó aproximadamente un kilómetro más allá.
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Bajo un fuerte calor de más de 30 grados, los participantes en la nueva marcha masiva recorrieron el centro de Hong Kong gritando “¡Carrie Lam, dimite!”, “¡Abajo la ley de extradición!”, “¡Libertad para Hong Kong!”. Muchos vestían también de negro, para expresar su enfado por la situación. Muchos, también, llevaban carteles en los que se mostraba una caricatura de Lam con los colores de la bandera china y encerrada en una jaula de bambú.
Ham, de 26 años y trabajador administrativo en uno de los hospitales del territorio autónomo, ha participado en todas las marchas. “Tenemos que hacer oír nuestra voz. Es nuestro futuro. Si la ley de extradición se aprueba, cambiará nuestra vida diaria, nuestra capacidad de expresar nuestras opiniones si no le gustan a China”, manifestaba.
El joven, no obstante, se declaraba comprensivo hacia los más radicales. “Yo he decidido no participar y optar solo por la vía pacífica, pero no critico lo que están haciendo. Este es un movimiento sin líderes, cada uno hace lo que le parece que debe hacer para presionar al gobierno y a China. Si ellos quieren hacerlo de esta manera, que lo hagan”.
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Con los manifestantes en las calles, Carrie Lam ha presidido este lunes la breve ceremonia oficial para conmemorar el aniversario, en la que ha sido su primera aparición pública desde que se disculpó el pasado 18 de junio por la crisisdesatada con el polémico proyecto de ley de extradición. Una vez Lam comenzó su discurso, de unos seis minutos de duración, la legisladora prodemócrata Helena Wong comenzó a increparla repetidamente pidiéndole que dimitiera, ante lo que los guardias de seguridad se la llevaron del lugar.
La jefa del Ejecutivo prometió «reformas» a su estilo de Gobierno y «mejorar la comunicación» con los legisladores y con la sociedad y dijo haber «aprendido» la lección, en referencia a la ley de extradición. «Soy consciente de que hubo buenas intenciones, tenemos que estar abiertos y adaptarnos», ha señalado. También ha dicho que su Ejecutivo «escuchará pacientemente» a la sociedad, aunque recalcó que «debe asegurar la eficiencia de la Administración».
Los activistas locales han organizado enormes manifestaciones en cada aniversario de la transferencia de Hong Kong a China para reclamar su derecho a elegir al Gobierno local.
En años recientes fueron capaces de movilizar enormes multitudes —incluyendo una ocupación de varias zonas de la antigua colonia durante dos meses en 2014—, pero hasta ahora no lograron concesiones de importancia por parte de Pekín. Las protestas de este año, sin embargo, tienen lugar después de tres semanas de manifestaciones de dimensiones sin precedentes, con millones de personas y fuertes escenas de represión policial.
ÚLTIMA HORA | Decenas de manifestantes irrumpen por la fuerza en el Parlamento de Hong Kong https://t.co/VJWKqErDq2 https://t.co/l4XYGuX9Mt
— EL PAÍS (@el_pais) July 1, 2019
Con información de El País