El joven afroamericano Jacob Blake, gravemente herido en un presunto caso de abuso policial que revivió el movimiento de protesta antirracista en los Estados Unidos – llevando incluso a los jugadores de básquet de la NBA a boicotear la temporada- tenía un cuchillo en su coche, dijeron las autoridades de Wisconsin. Después de que dos personas fueran asesinadas a tiros en los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, arrestaron a un joven de 17 años en posesión de un rifle.
Con Anne Corpet, enviada especial de RFI a Kenosha
Los investigadores encontraron un cuchillo en el vehículo de Jacob Blake, quien intentaba tomarlo cuando le disparó la policía de Kenosha, afirmó el miércoles el Departamento de Justicia del Estado de Wisconsin, agregando que no se encontraron otras armas durante el registro.
Según la declaración de las autoridades, la policía fue enviada a la escena en la ciudad de Kenosha tras una llamada de una mujer diciendo que «su novio» estaba en casa y «no debía estar» allí. Una vez en el lugar, los oficiales «intentaron arrestar sin éxito» a Jason Blake usando un taser. El padre de 29 años les había advertido que «tenía un cuchillo en su poder», dicen las autoridades locales.
Los investigadores también revelaron el nombre del policía que disparó al joven siete veces en la espalda: Rusten Sheskey. De momento, él y uno de sus compañeros han sido suspendidos.
Milicias y grupos de autodefensa
Reflejando una ira creciente, las marchas de protesta dan lugar a actos de violencia y desmanes cada noche en Kenosha, con enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. A pesar del toque de queda, el despliegue de 250 soldados de la Guardia Nacional y los llamados a la calma de la familia de Jacob Blake, este escenario se repitió durante la noche del martes al miércoles.
En este contexto de extrema tensión, dos personas fueron abatidas por disparos y una tercera fue herida poco antes de la medianoche en circunstancias que siguen siendo bastante confusas.
Un muchacho de 17 años, Kyle Rittenhouse, que vive en la cercana aldea de Antioch (Illinois), a unos 30 kilómetros de distancia, es el sospechoso de ser el autor de disparos y ha sido detenido en vista de que se le acusa de asesinato, anunció la policía local sin dar más detalles.
Según los informes de los medios de comunicación locales, se le vio en presencia de hombres armados que se hacían pasar por «milicias» o «grupos de vigilantes», deseosos de proteger la ciudad. El Sheriff del condado David Beth confirmó su presencia en la zona, sin especificar si el detenido pertenecía a estos grupos.
Según los videos publicados en línea, el joven hombre blanco estaba armado con un rifle de asalto. En una de las cintas, parece estar huyendo mientras otro joven se derrumba en el suelo con una bala en la cabeza. En otro, se le ve siendo perseguido por un grupo, cayendo al suelo, dándose vuelta con el arma en su mano. Pueden escucharse entonces disparos.
«¿Por qué no se inculpó a este oficial de policía?”
Este miércoles por la noche, las manifestaciones continuaron en Kenosha, señala nuestra enviada especial en el lugar, Anne Corpet. «No disparen», gritaron los manifestantes que salieron a la calle a pesar del toque de queda. Todas las fachadas tienen barricadas para evitar los saqueos. Pero a diferencia del día anterior, no hay civiles armados circulando por la ciudad. La policía también se mantuvo muy discreta. Sólo se hicieron algunos arrestos al margen de la manifestación pacífica. Pero la ira sigue siendo palpable.
“Sabíamos que venía gente armada, pero no sabíamos que iban a abrir fuego contra la multitud», dijo Adam, que se está manifestando por cuarta noche consecutiva. “Estamos tratando con adolescentes blancos armados con rifles semiautomáticos en la calle disparando a los manifestantes. No tiene sentido”, sostiene.
El oficial que disparó a Jacob Blake por la espalda fue simplemente suspendido. Eso es lo que irrita a Varneo Petterson, un afroamericano de Kenosha. «¿Por qué no se inculpó a este oficial?» pregunta. “Este tipo de cosas han estado sucediendo en nuestra comunidad durante demasiado tiempo y nadie se hace responsable. Por eso salí después del toque de queda”, explica.
«Idiotas destruyendo mi ciudad»
En la avenida Sheridan, los coches carbonizados son testigos de los disturbios de las noches pasadas. Jim, un jubilado, saca a su perro delante de su casa. No está conmocionado por la muerte de dos manifestantes anoche: «Hay idiotas destruyendo mi ciudad. ¡No son de aquí y creo que todos los residentes de Kenosha deberían sacar sus armas y echar a esta gente de nuestro pueblo!”, dice.
La Guardia Nacional permanece confinada a sus vehículos blindados. Dos helicópteros sobrevuelan Kenosha, una ciudad que refleja un Estados Unidos dividido.
Trump denuncia la «anarquía».
El Presidente estadounidense, que ha defendido regularmente el derecho a portar armas y a la autodefensa, discurso muy apreciado por su base electoral, no comentó este dramático episodio, subrayando los excesos cometidos por los manifestantes.
«No toleraremos el saqueo, los incendios, la violencia y la anarquía en las calles de EE.UU.», tuiteó, prometiendo, según su lema de campaña para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, «¡restaurar la LEY y la ORDEN!» en Kenosha.
El gobernador de Wisconsin ha aceptado enviar más policías federales y tropas de la Guardia Nacional a la ciudad de 100.000 habitantes.
Biden dijo que habló con la familia de Jacob Blake
Su rival demócrata, Joe Biden, ha adoptado la postura de reconciliador. El candidato presidencial demócrata dijo el miércoles que habló y prometió «justicia» a la familia de Jacob Blake. «Una vez más, un hombre negro, Jacob Blake, fue disparado por la policía. Delante de sus hijos. Me pone enfermo», escribió en el Twitter.
La madre de Jacob Blake, que se enfrenta a una parálisis de por vida, también imploró «a todos aquellos que usan la violencia o la destrucción para detenerse».
El drama de Kenosha es parte de un importante movimiento de protesta antirracista que surgió tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo. Las manifestaciones en todo el país han pedido reformas estructurales de la policía y un replanteamiento de la historia de EE.UU. para examinar el sufrimiento de las minorías. En ocasiones acompañadas de saqueos y enfrentamientos con las fuerzas del orden, estas manifestaciones se habían agotado en gran medida en las últimas semanas.
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