El mandatario chino, Xi Jinping, anunció este lunes que las vacunas desarrolladas en China contra el coronavirus estarán disponibles para el resto del mundo como un “bien público” en caso de tener éxito contra la enfermedad.
El presidente, uno de los primeros oradores de la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aseguró que Beijing ha colaborado plenamente con la entidad, en respuesta a las críticas por su manejo del brote y los intentos de acallar las primeras denuncias sobre el virus. Según sostuvo, China fue “siempre” transparente sobre la evolución de la crisis sanitaria y se mostró dispuesto a una “evaluación completa”, pero reiteró que sería una vez que la pandemia esté controlada.
Xi pidió a los líderes del mundo a aumentar el apoyo político y financiero a la OMS y un mayor compromiso, en alusión a los anuncios del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la suspensión de fondos que Washington aporta.
“Tarde o temprano la humanidad vencerá al coronavirus”, alentó Xi, pero advirtió que es probable que no sea la última emergencia de salud, por lo que remarcó la importancia de reforzar la gobernanza global en el ámbito de la salud pública. “La solidaridad y cooperación son las armas más poderosas para vencer al virus”, insistió.
El mandatario también prometió una asistencia valuada en 2.000 millones de dólares para los países más afectados en los próximos dos años, en especial a aquellos en vías de desarrollo, y dijo que China instalará un depósito y hub de respuesta global, para garantizar la cadena de abastecimiento de los insumos de primera necesidad, con “corredores verdes” para facilitar su distribución. Además, dijo que trabajará con los países del G-20 para implementar una iniciativa de suspensión de deudas a los países más pobres.
En la asamblea, realizada por teleconferencia, también participó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. “La OMS es irreemplazable y necesita más recursos. Los países del Norte no podrán acabar con el covid-19 si los países del Sur no logran controlarla”, advirtió.
Por su parte, Emmanuel Macron y Moon Jae-in, mandatarios de Francia y Corea del Sur, respectivamente, solicitaron que las vacunas y los tratamientos sean distribuidos libremente. Días atrás, el gobierno francés criticó el anuncio del gigante farmacéutico francés Sanofi de que dará prioridad a Estados Unidos en caso de hallar una vacuna contra la covid-19.
Con más de 7.000 empleados presentes en 150 países, la OMS es una de las principales agencias de Naciones Unidas. Lleva a cabo numerosas campañas de salud pública -maternidad, higiene, vacunación, formación, acceso al agua, prevención de enfermedades-, promueve el desarrollo de los sistemas de salud y una cobertura sanitaria universal, interviene sobre el terreno, asesora a los Estados en sus políticas sanitarias y coordina la respuesta en caso de epidemias.
La OMS está financiada por sus Estados miembros, que contribuyen en función de su riqueza, además de con aportes voluntarios, pero también, cada vez más, por donaciones de particulares y fundaciones privadas. La OMS busca financiación sin cesar. Su presupuesto, bianual, fue de 5.620 millones de dólares (5.100 millones de euros) para 2018 y 2019, es decir, el equivalente del 2,5% de los gastos anuales de salud de Francia. El presidente estadounidense, Donald Trump, que acusa a la OMS de actuar a expensas de China, anunció a mediados de abril que suspendía la financiación de Estados Unidos, principal donante de la agencia, por delante de la Fundación Bill & Melinda Gates, con más de 500 millones de dólares.
Con información de AFP
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