El Presidente ucraniano ha abierto la puerta a una etapa sin precedentes en el intento de poner fin a los combates en Ucrania. El viernes 29 de noviembre, Volodímir Zelenski se declaró dispuesto a aceptar garantías de protección de la OTAN, limitadas inicialmente a los territorios controlados por Kiev, para «poner fin a la fase caliente de la guerra» que libra Rusia.
Zelenski también dio a entender que estaría dispuesto a esperar para recuperar la casi quinta parte de su país de la que se ha apoderado el Ejército ruso, si un acuerdo de este tipo pudiera ofrecer seguridad al resto de Ucrania y poner fin a los combates.
Los comentarios se produjeron en medio de una escalada de las tensiones en esta guerra de casi tres años.
Esta semana, Rusia ha amenazado con atacar edificios gubernamentales en Kiev y ha lanzado un ataque aéreo masivo contra el sector energético ucraniano, algo que ha calificado de respuesta al lanzamiento por parte de Ucrania de misiles suministrados por Estados Unidos y Gran Bretaña contra territorio ruso.
«Si queremos detener la fase caliente de la guerra, debemos tomar bajo el paraguas de la OTAN el territorio de Ucrania que tenemos bajo nuestro control», dijo Zelenski a la cadena británica Sky News, según una traducción en off de sus declaraciones del ucraniano al inglés.
«Eso es lo que tenemos que hacer rápidamente, y entonces Ucrania podrá recuperar la otra parte de su territorio diplomáticamente», añadió.
Las conversaciones sobre un posible alto el fuego o un acuerdo de paz se han disparado desde que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales estadounidenses a principios de mes.
El republicano ha criticado la ayuda estadounidense a Kiev y ha afirmado que podría detener el conflicto en cuestión de horas, sin decir cómo.
Rusia controla alrededor del 18% del territorio ucraniano reconocido internacionalmente, según el presidente ucraniano, incluida la península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014.
Desde su invasión en 2022, Moscú ha reclamado como suyas otras cuatro regiones del este y el sur de Ucrania -Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporizhia-, pese a no tener pleno control sobre ellas.
Kiev ha descartado en repetidas ocasiones ceder territorio a cambio de la paz, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha exigido al Ejército ucraniano que se retire de otras franjas de terreno.
Garantías
Zelenski insistió en que cualquier oferta de adhesión a la OTAN debe hacerse a toda Ucrania, pero sus comentarios sobre el «paraguas de la OTAN» sugieren que podría aceptar que las protecciones prácticas de la alianza, como la cláusula de defensa colectiva del Artículo Cinco, sólo se extiendan al territorio controlado por Kiev.
Un acuerdo de este tipo sería necesario para garantizar que Rusia no vuelva a atacar en el futuro, afirmó.
«Si hablamos de alto el fuego, necesitamos garantías de que Putin no volverá», dijo Zelenski en inglés.
Putin ya ha pedido a Kiev que renuncie a sus ambiciones en la OTAN si quiere un acuerdo de paz.
Ante la escalada del conflicto en el campo de batalla, Zelenski ha mantenido en los últimos días una serie de llamadas telefónicas con líderes occidentales, entre ellos el británico Keir Starmer, el francés Emmanuel Macron y el alemán Olaf Scholz.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, también habló con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania el viernes para informarle sobre «los objetivos de EE. UU. para un apoyo sostenible a Ucrania», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
La administración de Joe Biden ha intensificado su apoyo a Kiev desde que Trump ganó las elecciones, transfiriendo más armas y dando permiso a Ucrania para disparar misiles de largo alcance sobre territorio ruso.
Esa medida desencadenó una furiosa respuesta en Moscú, con Putin autorizando el disparo de un nuevo misil hipersónico contra la ciudad ucraniana de Dnipro y amenazando con atacar objetivos gubernamentales en Kiev en respuesta.
Con el fin de reforzar el liderazgo del ejército, Zelenski nombró el viernes a un nuevo comandante de las Fuerzas Terrestres, Mykhailo Drapaty, quien dirigió anteriormente las fuerzas en el sector nororiental de Járkiv, que se defendieron de una nueva ofensiva rusa por sorpresa a principios de este año.
«Estas decisiones en materia de personal tienen por objeto reforzar nuestro Ejército, mejorar su preparación para el combate e introducir nuevos enfoques de gestión», declaró el ministro de Defensa Rustem Umerov. AFP
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