Cifras dudosas. Para el mediodía del día 26 de agosto, hora de Venezuela, el sitio Worldometers arrojaba que en el mundo 16.688.098 personas que se habían contagiado de COVID-19 se habían recuperado. Eso equivalía al 69% de los 24.174.694 casos diagnosticados hasta el momento. En contraste, según la Comisión Presidencial creada para atender el brote del nuevo coronavirus en Venezuela, la noche anterior el país exhibía un 77,8% de recuperados.
Por Efecto Cocuyo, Jeanfreddy Gutierrez
De forma similar, mientras la letalidad global, que mide las muertes en comparación con los casos, ronda el 3,4% en el país oficialmente apenas se registra una tasa de 0,83%, lo que es apenas un cuarto del promedio planetario.
Lo más inusual de esta tasa tan elevada de recuperados es que apenas el 14 de julio era la más baja de Latinoamérica, al ser de apenas 26,7%, lo que era superado tanto por Bolivia como por Paraguay. Fue justamente en ese momento cuando el país superó la barrera de 10 mil casos diagnosticados.
Sin explicar el vertiginoso cambio, resalta que en apenas una quincena, del 10 al 25 de agosto se oficiliazaron 17.791 recuperados, lo que equivale al 42% de todos los casos.
Así que mientras los casos subieron 55% al pasar de 26.800 el pasado 10 de agosto hasta los 41.558 del 25 de agosto, los recuperados experimentaron un incremento de 89% al pasar de 16.930 personas hasta las 32.015 que Delcy Rodríguez anunció en una llamada telefónica a Venezolana de Televisión la noche del 25 de agosto.
Es decir, se curan más casos de los que se anuncian.
La Unidad de Datos y Fact-Checking de Efecto Cocuyo ya había detectado un patrón de “intercambio” entre los casos recuperados y asintomáticos a partir del 15 de julio, un día después de reportar la tasa de recuperados más baja de Latinoamérica.
En los días del 15 al 18 de julio los reportes oficiales sumaron 1.301 nuevos recuperados y el 19 rompieron su propio récord con otras 2.101 personas que superaban el COVID-19. En total, se presentaron 3.402 curados del virus en seis días mientras se notificaron 2.324 nuevos casos. Así el país pasó a tener 51,1% de recuperados, anunciando más curados que enfermos por día.
Entonces los asintomáticos mostraron un gran declive.
Pasaron de ser 6.743 personas el 18 de julio a 4.829 en 48 horas pues el día 19 no se reportaron cambios en los asintomáticos. Es decir, 1.914 personas dejaron de ser consideradas asintomáticas mientras los casos por insuficiencia respiratoria no acompañaba este cambio: había dos críticos más, cuatro moderados más y tres leves menos.
Y de nuevo hubo un comportamiento irregular: los recuperados siguieron subiendo por una semana hasta llegar al 63% de los casos el día 26 de julio (cuando se reportaron 951 nuevos recuperados y 457 asintomáticos menos) para entonces descender progresivamente hasta 53,5% el 8 de agosto.
Fue cuando se repitió la fórmula de las 48 horas “mágicas”. Así que dos días luego habían 1.673 nuevos recuperados y los asintomáticos bajaron en 2.044. De nuevo la tasa de recuperación del país estaba en buen estado con 63,2%.
Y desde el 10 al 25 de agosto se operó la mayor recuperación mostrada: 17.791 personas pasaron a estar en el grupo de quienes superaron el virus. Eso equivale a haber curado al 42% de todos los casos del país, y muchos más que los casos anunciados durante el mismo tiempo: 15.535 casos.
Récords y paradojas
Durante esa misma quincena se presentaron varios otros récords, como los 2.776 recuperados del 11 de agosto o los 2.430 asintomáticos menos del 23 de agosto. Lo que supera la capacidad operativa del país de hacer dos mil pruebas PCR al día, por lo que se hace aún más difícil de explicar cuáles fueron los protocolos para darlos de alta.
La reducción de los casos asintomáticos, 5.025 durante ese tiempo, no coincide con las decisiones anunciadas, como las 1.100 nuevas camas para asintomáticos en Miranda. No sólo porque para el 25 de agosto había sólo 3.699 en todo el país sino porque los asintomáticos se redujeron un 58% en las dos últimas semanas.
De acuerdo a la web Coronaboard, que recolecta datos estadísticos de varias fuentes, con el 77,8% de recuperados, Venezuela ocupa el puesto 36 del mundo, por encima de Brasil (77,3%) e India (76,2%).
Los leves se disparan
No sólo los recuperados y asintomáticos muestran un comportamiento distinto desde mediados del mes de julio. Los casos activos con síntomas también lo hacen, especialmente los leves, que desde el día 25 de agosto superaron a los asintomáticos.
El cambio también fue drástico y de nuevo a contrapelo con el rápido aumento de la tasa de recuperación. Para el día 14 de julio, cuando era la peor de Latinoamérica, había en el país oficialmente 7.243 casos activos, de los cuales 6.112 eran asintomáticos (84%), 550 leves (7,6%), 18 moderados (0,25%) y 25 críticos (0,35%).
Para el 10 de agosto, cuando comenzó la quincena de aceleración de recuperados, los leves alcanzaban las 2.464 personas, que equivalían a 21,7% de los 11.358 casos activos. Casi se había triplicado su presencia.
Para el final de esa racha, el 25 de agosto, los casos de insuficiencia respiratoria aguda-leve ocupaban el 50,6% de los casos activos, sumando 4.457 pacientes, muy por encima de los 3.699 asintomáticos que quedaban.
En la región
Venezuela es el país cuya tasa de recuperación subió en mayor proporción entre el 15 de julio y el 25 de agosto, con 51,1 puntos porcentuales más.
Así pasó del último lugar al quinto de trece países de Sudamérica, que pasó de 63% a 69% de recuperados.
En segundo lugar está la Guayana Francesa, que subió 38,6 puntos para colocarse a la cabeza de la región con 94,3% de recuperados.
En el fondo ahora está Bolivia pero que pasó de 31,1% a 44% de casos dados de alta positivamente.
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