La Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa) le puso número a una realidad que es cada vez más común para los venezolanos: menos productos en el carrito de mercado, debido a la crisis económica que atraviesa el país y al deterioro de los salarios que se ubica como el peor de la región —$6, por debajo de Cuba $30 y Haití $70.
Por Ariadna García – CrónicaUno
El presidente de Ansa, Carlos Carvalho, reveló este martes 16 de julio desde la 75° Asamblea Anual de Fedecámaras que en los últimos años el consumidor pasó de llevar 15 artículos a apenas 4.
El vocero explicó que la población ha olvidado cómo era hacer compras antes de la crisis. En ese sentido, dijo que adquirir cualquier bien ya no es una experiencia agradable para los venezolanos. Carvalho indicó que hoy el consumidor va más veces al supermercado porque su bolsillo no cubre tantos artículos, lo que genera que las compras sean más reducidas, pero con más recorridos por los establecimientos en busca de alguna oferta.
También expuso que la situación alimentaria es dramática.
«La crisis se nota, para la población, la primera proteína es el huevo. Además compra mucha más carne molida que bistec porque rinde más. En cuanto a los embutidos, que además han perdido la calidad, el pedido mínimo está por debajo de los 150 gramos, la gente pide 70 gramos de jamón o 70 gramos de queso porque es lo que puede comprar», dijo.
Por su parte, el presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), Manuel Felipe Larrazábal, indicó que el consumo y la producción alimentaria han disminuido en los últimos años, sin precisar cifras. Asimismo, añadió que esto disminuye los ingresos de las industrias agroindustriales. “Dentro de esta crisis, sin precedentes, la capacidad alimentaria puede rebotar de forma muy rápida. El principal reto es reimpulsar la capacidad de compra del consumidor venezolano”, explicó.
Según el Banco Central de Venezuela, el consumo privado cayó 50 % en los últimos cinco años. La firma Econométrica sostiene que la contracción de este indicador permea los hábitos de la población, llevándola a recurrir a sustitución de productos por métodos artesanales, los trueques o las compras grupales. Apenas un 30 % de la población puede mantener la adquisición de bienes de consumo masivo, como alimentos, bebidas y artículos de aseo personal.
Cavidea propone recuperar el ingreso real de los venezolanos para levantar el consumo y la producción de las industrias. Además, exhorta a reactivar el aparato productivo y el tejido comercial del país. “Es mandatorio una política audaz para recuperar los sistemas agroproductivos, así como los servicios públicos, de agua, luz. Atacar el sistema financiero, no es posible que las industrias produzcan sin posibilidad de financiamiento”.
A juicio de Manuel Felipe Larrazábal, “no es posible que un país que fue autosuficiente en maíz y arroz ahora dependa completamente de las importaciones”, sobre esto, reveló que si se dejan de importar ambos rubros se ahorrarían unos $700 millones.
Los distintos representantes del sector coincidieron en que es necesario eliminar la filosofía del control, como por ejemplo la Ley de Precios Justos. “Han demostrado que no sirven”, subrayó el presidente de Cavidea.
El presidente de Fedeagro reiteró que Venezuela enfrenta 12 años de una caída sostenida en la producción agropecuaria. “Necesitamos un modelo de desarrollo distinto con democracia y condiciones para que los sectores productivos puedan trabajar. Tiene que haber respeto a la propiedad privada. En la actualidad nosotros abastecemos en el mejor de los casos 20 % del consumo nacional, cuando en el pasado llegamos a abastecer 70 %. El campo venezolano está devastado y 17 estados dependen de la actividad agropecuaria, esto afecta no solo el consumo de los 30 millones venezolanos, sino también a esos 17 estados”, añadió.
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