Agotada de funcionar en un país en crisis y bajo fuertes críticas sobre su operatividad, la empresa que manejaba los servicios automatizados de chequeo y embarque en el principal aeropuerto del país organizó una retirada parcial. En su lugar dejó a cargo una representación que reposa en dos compañías -desconocidas para las líneas aéreas que aún operan en Venezuela- relacionadas con un importante grupo empresarial de origen libanés, que hasta el año pasado solo manejaba las tiendas de duty free, pero que firmaron con el estado venezolano un contrato que incluye también refacciones en la estructura y equipos del aeropuerto. Las líneas aéreas se niegan a firmar un contrato de servicios con los nuevos operadores, que redoblaron el costo de sus servicios.
ANDREÍNA ITRIAGO / Armando. Info
Sin prisa pero sin pausa un importante grupo empresarial ha ido ocupando, gradualmente, espacios físicos e intangibles del aeropuerto internacional Simón Bolívar, ubicado en Maiquetía y principal puerta de acceso aéreo desde y hacia Venezuela. Durante los últimos tres años, en plena agudización de la crisis que atraviesa a la economía venezolana quienes operaban el aeropuerto decidieron dar un paso al costado y abrir la veta de un negocio que no pasó desapercibido para empresas más jóvenes, como las que manejan familiares y allegados del conocido empresario Camilo Ibrahim.
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Estas pasaron de manejar las tiendas libres de impuestos a gestionar los hilos que permiten el funcionamiento de todo el aeropuerto. Discretamente, el grupo empresarial de origen libanés dejó de vender solo perfumes y licores en las puertas de embarque y hoy está a cargo de la prestación de los servicios de información, tecnología, telecomunicaciones y uso compartido de la infraestructura aeronáutica, entre otros.
Fue la crisis la que, paradójicamente, abrió la oportunidad de oro. La Sociedad Internacional de Telecomunicaciones Aeronáuticas (SITA, por sus siglas en francés) decidió dejar de prestar servicios directamente en el Simón Bolívar, donde se encargó durante al menos 15 años de los procesos automatizados de chequeo, facturación y embarque de pasajeros en la terminal. Es el único aeropuerto del país que tiene estos servicios automatizados de este modo, pues el resto maneja esta logística de forma manual.
Conseguir un representante, un socio, un sustituto para estas operaciones de pronto se convirtió en una necesidad. La primera gran conquista de los nuevos empresarios fue convertirse en los representantes locales de SITA como parte de un proceso que los llevó, a su vez, a firmar un contrato con el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM) que empezó a correr el 1º de enero de 2019.
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