Las redes sociales son un arma de doble filo: por un lado, sirven para compartir, informarse y entretenerse, pero por otro, estas herramientas también son usadas por pederastas que intentan llamar la atención de niños, niñas y adolescentes para adquirir material pornográfico.
Especialistas alertan que muchos enfermos se esconden detrás de una pantalla para ganarse la confianza de cualquier incauto, obtener imágenes explícitas y vender contenido erótico en la dark web.
De acuerdo con la Prensa de Lara, en los últimos meses han aumentado los casos de acoso sexual de adultos hacia menores. Este delito denominado «grooming» está siendo investigado por el Ministerio Público.
«Hay que analizar a los padres que son permisivos para algunas cosas, como es llevar una prenda de vestir llamativa, no sólo se habla de escotes, también pasa con disfraces que permiten que los menores sean una ventana para estas personas que quieren opacarles la infancia», sostuvo Gerardo Pastrán, director de la Asociación Civil Proyecto Juvenil Misionero (Projumi)
Supervisar a los hijos
ONG piden a los representantes supervisar a sus hijos cuando usan internet para recordarles el peligro que representa dar información personal a desconocidos.
Emilin Piña, abogada y orientadora familiar, detalló que muchos jóvenes caen en estas redes de pedofilia o vendiendo contenido sexual, porque buscan la «aprobación» de personas con respecto a su cuerpo y luego son chantajeados por los delincuentes para que suministren más imágenes.
Asimismo, insistió en que los menores más vulnerables son aquellos que viven aislados en sus viviendas y sin atención de sus padres.
Con información de Prensa de Lara
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