Como cabe suponer, en la historia gráfica de Johana Amorin Gaarn no puede faltar el clásico selfie de ella en un tremendo yate con su cerveza en la mano y luciendo sus lentes Gucci Black de 400 dólares, la última moda por allá en 2011 cuando tenía 24 años y habían pasado seis desde que compitiera en el concurso Miss Venezuela representando al estado Monagas.
Por El Cooperante
Concurso donde sirvió de relleno porque no ganó ni el Miss Simpatía, toda una frustración a sus 18 años cuando lucía el clásico look que le imponen a todas las misses- melena larga, teñida de rubio, 1.79 de estatura, exceso de maquillaje-, y pese a lo cual pasó absolutamente inadvertida. Y aunque su currículum oficial no es muy público ni comprobable, ella asegura en la red Linkedin que estudió Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela y en sus cargos oficiales se hacía llamar «licenciada». Lo que sí es cierto es que solo dos años después de su lamentable debut como Miss Monagas, Johana ya era empleada de la Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre Competencia (PROCOMPETENCIA), organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Comercio, dirigido por el coronel Antonio Rojas. Y al año siguiente trabajó en Hardwell Technologies, una de las muchas empresas de los archiconocidos por sospechosos hermanos Majed y Khaled Khalil Majzoub, donde Johana fungió como «Especialista de Proyectos Especiales» durante 12 años – desde el 2011 hasta el 2023.
Aunque en el año 2017 fue nombrada Directora del Despacho del Alcalde del Municipio Libertador, Freddy Bernal- como consta públicamente- y donde despidió a varios empleados, como consta en los registros del TSJ porque los afectados acudieron a la justicia buscando el reenganche.
Su camino en la administración pública continúa cuando, en 2019, en Gaceta Oficial – decreto 3.751- se le asigna con un nuevo cargo, esta vez como Viceministra de Seguimiento y Control de Comercio y Distribución del Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional. Y queda la duda sobre si ella ejercía como funcionaria del gobierno mientras también atendía la empresa de los hermanos Majzoub y, sobre todo, si cobraba lo suyo en los dos cargos. Lo cierto es que aquellos fueron muy buenos años para la familia Morin porque su hermano Jorge, quien fue nombrado presidente de Vive Televisión, a los pocos días de tomar el cargo contrató a su mamá, Mirtha Gaarn Arnold, como directora del Despacho.
De acuerdo con una investigación publicada por El Cooperante, la madre de Amorín publicó un mensaje de felicitaciones para su hijo en su página en Facebook el 7 de julio y el 12 de julio hizo público en la red social que empezó a trabajar en ese canal, sin ninguna pena.
Como cabe suponer, en la historia gráfica de Johana Amorin Gaarn no puede faltar el clásico selfie de ella en un tremendo yate con su cerveza en la mano y luciendo sus lentes Gucci Black de 400 dólares, la última moda por allá en 2011 cuando tenía 24 años y habían pasado seis desde que compitiera en el concurso Miss Venezuela representando al estado Monagas.
Concurso donde sirvió de relleno porque no ganó ni el Miss Simpatía, toda una frustración a sus 18 años cuando lucía el clásico look que le imponen a todas las misses- melena larga, teñida de rubio, 1.79 de estatura, exceso de maquillaje-, y pese a lo cual pasó absolutamente inadvertida. Y aunque su currículum oficial no es muy público ni comprobable, ella asegura en la red Linkedin que estudió Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela y en sus cargos oficiales se hacía llamar «licenciada». Lo que sí es cierto es que solo dos años después de su lamentable debut como Miss Monagas, Johana ya era empleada de la Superintendencia para la Promoción y Protección de la Libre Competencia (PROCOMPETENCIA), organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Comercio, dirigido por el coronel Antonio Rojas. Y al año siguiente trabajó en Hardwell Technologies, una de las muchas empresas de los archiconocidos por sospechosos hermanos Majed y Khaled Khalil Majzoub, donde Johana fungió como «Especialista de Proyectos Especiales» durante 12 años – desde el 2011 hasta el 2023.
Aunque en el año 2017 fue nombrada Directora del Despacho del Alcalde del Municipio Libertador, Freddy Bernal- como consta públicamente- y donde despidió a varios empleados, como consta en los registros del TSJ porque los afectados acudieron a la justicia buscando el reenganche.
Su camino en la administración pública continúa cuando, en 2019, en Gaceta Oficial – decreto 3.751- se le asigna con un nuevo cargo, esta vez como Viceministra de Seguimiento y Control de Comercio y Distribución del Ministerio del Poder Popular de Comercio Nacional. Y queda la duda sobre si ella ejercía como funcionaria del gobierno mientras también atendía la empresa de los hermanos Majzoub y, sobre todo, si cobraba lo suyo en los dos cargos. Lo cierto es que aquellos fueron muy buenos años para la familia Morin porque su hermano Jorge, quien fue nombrado presidente de Vive Televisión, a los pocos días de tomar el cargo contrató a su mamá, Mirtha Gaarn Arnold, como directora del Despacho.
De acuerdo con una investigación publicada por El Cooperante, la madre de Amorín publicó un mensaje de felicitaciones para su hijo en su página en Facebook el 7 de julio y el 12 de julio hizo público en la red social que empezó a trabajar en ese canal, sin ninguna pena.
De hecho, los trabajadores del canal denunciaron que Amorín designó también a su hermana como vicepresidenta de Gestión Interna, además de primos, cuñados, tíos, entre otros. «El personal directivo que el señor Amorín ha incorporado para que lo acompañe en su gestión (familiares y amigos) se expresan muy mal de las administraciones anteriores, palabras textuales ‘esto es una mierda’, ‘esto no sirve para nada’, ‘hay que eliminar todo y empezar de nuevo’, ‘vamos a botar a mucha gente’… Así como afirmaron que la mamá de Amorín insultó a un oficial de seguridad del canal porque el funcionario, en cumplimiento de su trabajo, le pidió que abriera el bolso para revisarlo…»
Desde entonces, aquellos arrebatos de poder de la familia vieron pasar mucho dinero bajo los puentes, desde donde se imaginaron invencibles desde sus yates y lentes de marca, como pasa siempre. O algunas veces.
Detenida quién sabe dónde, la veloz carrera de la Miss hacia el poder la hizo tropezar y caer con la misma piedra que se le atravesó al corrupto de su jefe.
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