Las cifras oficiales indican que para 2015 el estado Portuguesa, uno de los pilares en la producción agraria nacional, aportaba en promedio el 70% de los cereales y las oleaginosas que se consumían en el país.
Por Nayrobis Rodríguez / Banca y Negocios
Las estadísticas alimentarias nacionales indicaban que, ocho años atrás, en los 15.200 kilómetros cuadrados de territorio de esta entidad se producía más del 50% de la oferta total de maíz en el país, así como el 65% de arroz, más del 50% de caña de azúcar, entre otros alimentos.
Igualmente, Portuguesa aportaba la mayor producción de café junto con el estado Lara, para totalizar aproximadamente el 80% de la producción nacional.
Sin embargo, en 2017 la crisis estructural que se agudizó en Venezuela y que, entre otras consecuencias, limitó el consumo de alimentos de los ciudadanos, así como las importaciones de insumos básicos, afectó el potencial desarrollo agrícola de la entidad.
En esa oportunidad, Omar El Chumary, quien era presidente de Fedecámaras Portuguesa, explicó a medios de comunicación que el estado pasó de ser exportador de alimentos y abastecer mercados internacionales en varios rubros, especialmente el arroz, a tener dificultades para que los trabajadores del campo accedieran a insumos y semillas para la siembra.
Esta situación obedeció a la paralización de mercados locales de semillas, una consecuencia de la política de expropiaciones.
En la actualidad, la entidad se perfila como pionera en el país en la producción de arroz y caña de azúcar y aunque hay buenas expectativas, según apuntan gremialistas agrarios en la región, faltan por superar dificultades estructurales en cuanto a la distribución de combustible para la siembra, adecuación de vías agrícolas y potenciar la infraestructura, sobre todo de canales de riego.
Remontar la cuesta: el impulso en la producción de arroz
Uno de los puntos fuertes de Portuguesa es la producción de arroz con un piso de 250.000 hectáreas. En los últimos dos años los productores locales han logrado remontar la cuesta de la baja producción e incrementar los niveles de siembra.
Las cifras de la Fundación Nacional del Arroz (Fundarroz) indican que en 2021 la superficie cultivada alcanzó 45.000 hectáreas, es decir solo un 18% del total de la superficie.
“En 2023 recuperamos parte de esa superficie en unas 85.000 u 86.000 hectáreas. Algunos expertos dicen que fueron 90.000, lo importante es que hay una recuperación con respecto a la caída que tuvimos”, explicó el presidente del gremio, Pedro Luis Cordero.
El gremialista y productor agropecuario indica que, aunque falta mucho para llegar a cubrir las 250.000 hectáreas, contar con producción en 90.000 hectáreas es un avance significativo. “Apenas llevamos dos meses de 2024, se está empezando a cosechar lo que se sembró entre octubre, noviembre y diciembre del año 2023”, dijo.
Cordero también explica que hay una razón tras el incremento en la producción y está relacionada con los precios del cereal «que han mejorado. El precio internacional es alto y está en unos 45 centavos de dólar en Venezuela, en comparación con los poco más de 50 centavos de dólar en el mercado internacional”.
Caña de azúcar: el segundo punto fuerte
Además de liderar de la producción de arroz, Portuguesa también ocupa el primer lugar en la siembra de caña de azúcar y las cifras de la Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca) lo respaldan.
Según Fesoca, para la zafra 2023-2024 se estima la cosecha de 45.329 hectáreas en la entidad, una cifra que se traduce en el 78,9% de las áreas cultivadas en el país.
Al respecto, el portal Minuta Agropecuaria reportó en enero pasado que, a razón de las estimaciones de Fesoca, en esta zafra se proyectan 4.000.000 de toneladas de materia prima procesadas.
La cifra representa una variación de más de 14% en relación con la molienda pasada en la que se logró el procesamiento de 3.545.122 toneladas de caña de azúcar; es decir, 382.161 toneladas de azúcar procesada.
En ese sentido, ya la Sociedad de Cañicultores del estado Portuguesa (Socaportuguesa) anunció un primer balance de producción a través de su perfil oficial en la red social X(@socaportuguesa).
“Llevamos más de 100 días de zafra. Superamos 1.160.000 toneladas de caña de azúcar, entregada al Central Azucarero Portuguesa (Capca)”, indica la publicación.
Para febrero de este año informaron que habían alcanzado el 60% de lo estimado para la zafra.
“El trabajo de estimado realizado por el equipo de extensionistas ha sido acertados y hasta el momento, se han entregado al Central Azucarero Portuguesa, unas 900.000 toneladas de caña”, indicaron a través de la red social del microbloggin.
En Portuguesa, funcionan dos de los cinco centrales azucareros que están activos en el país, según indicó a Banca y Negocios José Ricardo Álvarez, presidente de Fesoca.
De estos dos ingenios, uno es el único central administrado por el Gobierno: el Majaguas en Santa Elena. También se estima que el central «Batalla de Araure» inicie operaciones en esa entidad.
Combustible: la piedra de tranca para la producción
Aunque hay buenas expectativas en cuanto a la producción de arroz y caña de azúcar, los productores en ambos rubros se enfrentan a dificultades para la obtención de diésel para seguir operando.
Al respecto, el representante de Fundarroz, Pedro Luis Cordero, indicó que todas las expectativas sobre la producción, a corto mediano y largo plazo, se tornan complejas, ya que el factor limitante en la producción de arroz es el diésel.
Explicó que la producción de arroz se ha concentrado principalmente en los sistemas de riego que están disponibles en la entidad y que la siembra se ha respaldado también con la utilización de pozos eléctricos.
“Pero el sistema eléctrico también tiene colapsos, entonces la maquinaria, los camiones y las cosechadoras utilizan gasoil (…) creo que va a haber un ciclo de invierno y va a haber un buen ciclo de siembra, siempre y cuando se dote de gasoil a los productores”, precisó.
Una situación similar afecta a los productores de caña de azúcar en cuanto a la distribución de combustible y así lo expresó el presidente de la Sociedad de Cañicultores del Central Toliman (Socatol), Emilio Vargas.
El dirigente explicó que en la región se alcanza a procesar unas 25.000 toneladas de caña de azúcar al día, por lo que necesitan unas tres o cuatro gandolas de diésel diariamente, que estarían destinadas a labores de operación y transporte.
Vargas, quien representa a unos 500 agroproductores y también es vicepresidente de Fesoca, explicó a medios de comunicación que, a falta de una distribución gubernamental del diésel, se debía recurrir al mercado negro para comprar el combustible, por lo que se requería un plan inmediato por parte del Ministerio de Agricultura y Tierras, sobre todo con énfasis en el surtido a los pequeños cañicultores.
Las tareas pendientes para incrementar la producción
Pedro Luis Cordero, representante de Fundarroz indicó que hay tres claves fundamentales que necesitan atención para incrementar la producción agraria en la entidad.
La primera está orientada en mejorar infraestructura de los sistemas de riego para potenciar la gerencia de los de los sistemas y hacer buen mantenimiento a los canales, compuertas y en general a los embalses.
La segunda se refiere a la distribución de combustible, para lo cual planteó la posibilidad de que empresas privadas pudieran importar el diésel y distribuirlo en la entidad como una forma de mejorar el acceso a los productores agrarios por una vía distinta a la que ofrece el Estado.
La tercera tarea pendiente, según el gremialista, se refiere al acceso de créditos a través de la banca, con préstamos a los productores que estén directamente relacionados con los cultivos básicos, es decir, el arroz y caña de azúcar.
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