Venezuela informó que celebrará elecciones presidenciales en julio, lo que prepara el terreno para la reelección de Nicolás Maduro mientras su principal rival sigue inhabilitada para ocupar cargos públicos.
Aún resta mucho por ver de la crucial votación del país, prevista para el 28 de julio: por ejemplo, si se permitirá participar a candidatos creíbles de la oposición, o si los observadores internacionales aceptarán o se les permitirá monitorear.
La medida se produce en medio de una creciente represión contra la oposición venezolana, incluida la prohibición de participar en las elecciones a la principal candidata María Corina Machado, lo que llevó a Estados Unidos a restablecer sanciones a la productora estatal de oro de Venezuela y a amenazar con nuevas medidas.
EE.UU. dijo que Venezuela debe permitir que los partidos y candidatos de la oposición participen en la votación y liberar a más prisioneros políticos antes de abril o, de lo contrario, permitiría que expire una licencia de petróleo y gas de seis meses.
Ahora que se ha fijado una fecha, se espera que Maduro anuncie oficialmente su candidatura para un tercer mandato consecutivo. El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, dijo anteriormente que llevará la bandera del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela en la votación.
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