El pálido empate entre Venezuela y Ecuador de este jueves 16 de noviembre no fue la única noticia en el mundo deportivo. Una multitud de aproximadamente 40 mil personas colapsó el estadio monumental de Maturín causando desorden y hasta enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre los fanáticos.
Videos difundidos en redes sociales dieron a conocer el descontento de seguidores de la Vinotinto provenientes de todas partes del país que adquirieron su entrada, viajaron al estado Monagas y no lograron entrar al estadio debido al disturbio que se registró minutos antes de empezar el partido.
La furia de la fanaticada que deseaba tomar asiento y disfrutar del evento futbolístico se desató en golpizas desde las gradas. Un violento escenario que reflejó todo lo contrario al espíritu de unión en la campaña «Mano tengo fe» de la selección venezolana.
Mientras tanto, en las afueras del estadio no hubo la suficiente vigilancia y preparación para control de muchedumbres. Miles de personas que quedaron fuera y sin acceso al encuentro tumbaron una cerca que los obstaculizaba en su objetivo de ingresar al recinto.
La zuliana María Briceño contó a través de redes sociales su testimonio. La joven viajó desde la Costa Oriental del Lago hacia Maturín para el día más emocionante de su vida. Sin embargo, al llegar, no logró sentarse para observar el juego, mucho menos pasar una experiencia amena.
«Diez horas de viaje por carretera y una por aire, sin contar el tiempo de retraso que esperamos en el aeropuerto, todo para poder llegar al Monumental (…) al final entró tanta gente al estadio que hasta sin asiento quedé», afirmó Briceño.
Otro de los momentos más llamativos de la tarde fue cuando los 40 mil espectadores vestidos del color característico de la selección se unió en su solo coro que gritaba a todo pulmón: “este gobierno va a caer”.
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