Contrario a la versión oficial que dio el régimen de Maduro sobre el suceso, un nuevo informe de Amnistía Internacional (AI), estableció que la muerte del Capitán Rafael Acosta Arévalo no sucedió en un hospital.
Por Primer Informe
Según los hallazgos de Amnistía Internacional, Acosta Arévalo “fue presentado, mientras agonizaba, ante un tribunal militar para imputarle cargos”.
La información fue presentada en un reporte titulado: «Morir ante un juez: detención, desaparición forzada, tortura y muerte de Rafael Acosta Arévalo«.
El informe detalla que falleció “en la sala donde se llevaría a cabo la audiencia de presentación, sin recibir atención médica en los momentos previos a su muerte”.
El Capitán Acosta Arévalo se encontraba en situación de retiro cuando fue capturado y estuvo desaparecido durante días en los que fue torturado antes de ser presentado en tribunales militares.
Amnistía Internacional conoció el expediente oficial de 550 páginas en el que se establece que funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM ) llevaron al Acosta a un hospital el 28 de junio.
Horas después, sin embargo, lo presentaron ante un juez militar mientras el detenido luchaba por su vida.
El estudio que hizo AI del expediente, confirmó que los dos militares de bajo rango que fueron imputados por la muerte de Acosta sostuvieron versiones contradictorias de los hechos.
“Las actas de investigación no vinculan la actuación de los condenados a la muerte de la víctima y, además, se les imputa un cargo que insinúa que la muerte fue causada accidentalmente, haciendo a un lado que la misma fue consecuencia de múltiples y serias lesiones que comprometieron sus pulmones al punto de provocar un edema cerebral severo”, señaló el informe de AI.
«Contrario a lo que muestra la investigación penal por parte de la justicia venezolana, Rafael Acosta Arévalo no falleció en un hospital, fue desaparecido, torturado y murió ante un juez. Sobre estos hechos no se ha hecho justicia”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El caso de Acosta representa una nueva evidencia que “demuestra la mortífera política de represión del Gobierno de Nicolás Maduro para silenciar a la disidencia”.
El fiscal general de Nicolás Maduro, Tarek William Saab y su ministro de Defensa, Vladimir Padrino, aseguraron entonces que el militar se había desmayado en el juzgado, por lo que fue trasladado a un hospital.
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