Una chapa con la figura del Doctor José Gregorio Hernández adornaba la chaqueta del cardenal Jorge Urosa Savino, este 10 de octubre, cuando abrió las puertas de su residencia para conversar sobre temas del ámbito nacional, y por supuesto, de la próxima beatificación del “Médico de los pobres”, prevista para el primer trimestre del año 2021. Comentó que la chapa se la regaló monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, vice postulador de la Causa de Beatificación, quien le contó una anécdota vivida con una chapa similar cuando fue a surtir de gasolina su vehículo.
“Llevar la figura de José Gregorio abre muchas puertas y a monseñor Tulio no le fue tan mal”, dijo, mientras una amplia sonrisa se dibujaba en su rostro. Es que el arzobispo emérito de Caracas, como todos los venezolanos, está contento con la próxima beatificación del galeno nacido en Isnotú (Trujillo), el 26 de octubre de 1864.
Sin embargo, más allá de la ceremonia religiosa, la realidad nacional es una permanente preocupación para el Purpurado, porque son temas que afectan con mayor rigor a los más necesitados del país: los altos precios de la comida, la escasez de medicamentos y servicios básicos como el agua, la electricidad, gasolina y el transporte. “Son una clara manifestación de la ruina a la que el gobierno ha conducido al país”, asegura.
Además, el cardenal Urosa añade a la conversación, la recientemente anunciada “Ley Antibloqueo” que el gobierno de Nicolás Maduro aprobó a través de la Asamblea Nacional Constituyente, y que le otorga poderes extraordinarios para firmar nuevos acuerdos petroleros con empresas nacionales y extranjeras. En su consideración, “ésta ley viene a representar una clara forma de tiranía, con la que el gobierno quiere hacer lo que venga en gana”, dijo en la entrevista que, a continuación, se da a conocer.
Cardenal, ¿por qué considera que la beatificación de José Gregorio Hernández, será una luz en medio de las tiemblas que ahora reinan en Venezuela?
“No tengo dudas de que el país vive igual que en varias partes del mundo, azotado por esta pandemia; por esta peste maligna que ha detenido la marcha normal de las naciones, provocando tantas muertes y tragedias desde diversos puntos de vista: la ruina de miles de empresas, la muerte de más de un millón de personas, enfermedades y angustia en la gente, los problemas económicos… En fin, una gran cantidad de males que han sobrevenido con la pandemia la cual ha sido una sorpresa para la humanidad”.
¿Cómo se refleja esto en el día a día de los venezolanos?
“En Venezuela estamos, además de sometidos por la pandemia, padeciendo una situación muy terrible que llegó mucho antes. Se trata de una crisis humanitaria compleja desde el punto de vista económico, social y político que tiene que ver con la quiebra y la ruina a la que se ha conducido la nación, especialmente en la industria petrolera. Esta ruina se manifiesta con las cifras de ingresos cada vez menores por la baja producción petrolera y que tiene repercusión directa en la población en varios aspectos concretos de la vida diaria: en la falta de gas para preparar la comida; en la marcada escasez de gasolina para el traslado de las personas; y por supuesto, en la baja producción de bienes y servicios. Pero también, se refleja en la galopante inflación y en una devaluación de la moneda nacional nunca antes vista, la peor del mundo entero en los actuales momentos. De manera que, todo esto lleva a un gran sufrimiento, especialmente, por parte de los más pobres. Posiblemente, algún sector vinculado a los nuevos ricos del gobierno, lo sufren en menor grado, pero no cabe dudas que los más pobres son los que sufren por esta situación pésima, debido al mal gobierno que dirige los destinos de Venezuela”.
Cardenal, el gobierno anunció una Ley Antibloqueo, tema sobre el que responsabiliza los males de Venezuela … ¿Qué opinión le merece esta ley?
“El contenido de esta ley se conoce poco porque no se ha debatido en la instancia natural que es la Asamblea Nacional; y la Asamblea Nacional Constituyente es una estructura ilegítima, cuya convocatoria no fue refrendada por votación popular. Por eso, grandes juristas del país dicen que esta es una ley írrita, porque tumba y deroga de hecho la Constitución de Venezuela; y le confiere poderes totales al presidente de la república, es decir, poderes sin límites y sin barreras con respecto a la disposición de los recursos del país. Además, esto lo hace desaplicando el derecho vigente cuando las normas establecidas por las diversas leyes del país y la Constitución, impidan algo que el presidente quiera hacer. Sencillamente, esta ley lo faculta para aplicar o desaplicar esa normativa legal. De manera, que la “ley antibloqueo”, se trata del establecimiento ilegal, absolutamente nulo, de una situación de gobierno totalitario, según la cual el presidente puede hacer todo lo que le venga en gana. Por tanto, es algo sumamente grave, y que por supuesto, ha sido rechazada por diversos sectores. Estoy seguro que el Episcopado Venezolano, también lo va a rechazar; nosotros no nos hemos reunido, pero lo haremos pronto y estoy seguro que esto se va a tocar”.
¿En ese contexto, considera Usted que la beatificación del Doctor José Gregorio Hernández sería una luz en medio de las tinieblas?
“Efectivamente, es así. Gracias a Dios, en medio de esta noche oscura que estamos atravesando los venezolanos, tenemos la luz de la beatificación del doctor José Gregorio Hernández. Además, se trata de un acto de justicia porque la Iglesia, a través de su máxima autoridad el Papa Francisco, reconoce y proclama la santidad de un venezolano que no solamente se distinguió por sus méritos civiles, por su condición académica y su extraordinario desempeño como médico de los pobres, sino porque vivió intensamente su condición religiosa. Fue un hombre de Dios. Por eso llega a la beatificación”.
Cardenal, pero el Doctor Hernández era un laico, ¿Cómo entender entonces eso de la condición religiosa; qué significa esa consideración?
La condición religiosa de José Gregorio Hernández significa que fue un hombre entregado en cuerpo y alma a Dios; que fue una persona sumamente piadosa, de misa y comunión diaria, de intenso amor a la Virgen María, de intensa fe, esperanza y caridad, de gran afecto a la Iglesia; y un hombre lleno de amor a Dios y al prójimo. Eso para nosotros es algo que nos da aliento, no sólo a los católicos sino a todos los venezolanos porque su beatificación significa la exaltación de las virtudes y méritos de un gran venezolano. De manera, que su beatificación es motivo de gran alegría y estoy seguro que lo será para toda Venezuela.
Caracas, 13 de octubre 2020
Ramón Antonio Pérez
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