La canasta alimentaria medida por el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda) tuvo un valor de 47.519.252,73 bolívares, un incremento de 14,8% o de 6.132.608,56 bolívares en términos absolutos.
De acuerdo con la estimación de la institución el ingreso básico integral de 800.000 bolívares no alcanza ni para comer un día. Una familia que devengue en promedio dos salarios mínimos más cestaticket, equivalente a 1.600.000 bolívares mensuales, solo puede cubrir 1,01 días de la cesta alimentaria básica.
El poder adquisitivo del ingreso mínimo se redujo a 0,8% de la canasta alimentaria. En 2000, esa capacidad de compra alcanzó a 67%.
Según el Cenda, el deterioro del poder adquisitivo ha sido muy violento en el último año. En julio de 2019 el salario mínimo era de 40.000 bolívares y compraba 2,4% de la canasta alimentaria para el grupo familiar, un año después, con un ingreso mínimo 20 veces mayor, se adquiere 0,8% de la misma cesta, una caída del poder de compra de 66,66%.
En julio, una familia requirió un ingreso mensual de 35 salarios mínimos solo para comprar el componente de proteína animal de la cesta alimentaria.
Con un déficit de 99,2% de poder de compra necesario para cubrir las necesidades alimentarias básicas de un grupo familiar, el salario mínimo en Venezuela es absolutamente nulo. Expresado en dólares, alcanzó solo a 1,54 dólares mensuales en promedio, lo que ubica a esta remuneración por debajo de cualquier estándar recomendado por organismos internacionales.
De hecho, una familia necesito, según el Cenda, 119 salarios mínimos mensuales, lo que equivale a casi 4 ingresos básicos diarios, para cubrir sus necesidades alimenticias elementales. En julio, ese requerimiento ascendió a 1.583.975 bolívares por jornada.
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