La pareja sentimental de Ana, informó que el día del hecho salió de su vivienda y en el hogar, se había quedado su cuñada María Gregoria Rubio Rubio, con quien sostenía una relación extramarital desde hace dos años y había sido descubierta por la occisa.
María, quien tenía unos días en la vivienda de la víctima, planificó quitarles la vida a las víctimas al no aceptar que el hombre continuará siendo pareja de su hermana.
La mujer aprovechó que las víctimas aún se encontraban durmiendo, ubicó una chicora y una escardilla, para seguidamente asesinar a su hermana, causándole destrozos en su anatomía; posteriormente mató al menor de 9 años y finalmente al de 11.
Tras cometer el triple homicidio la mujer decidió rociar los cuerpos con gasoil y los incendió, seguidamente huyó de la vivienda, junto a su hija de 10 años, quien se encontraba en el piso de abajo.
La mujer posteriormente se dirigió hasta una vivienda que tenía alquilada en el centro de Caracas, donde procedió a lavar la ropa que portaba cuando perpetró el hecho; sin embargo, al practicarle las experticias correspondientes, se ubicó sustancias hemáticas y restos del gasoil.
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