El vicerrector del núcleo de Ciudad Guayana de la UCAB expresó que las ciudades comunales contrarían las disposiciones de la Constitución y que no corresponden a auténticas organizaciones de base que deben ser autónomas e independientes.
En octubre de 2012, al anunciar un “golpe de timón” en su gestión de gobierno, Hugo Chávez pidió a su tren ejecutivo avanzar en la conformación de las comunas, especie de articulación entre comunidades independientemente de las delimitaciones geográficas de municipios o estados. “Comuna o nada” pidió en esa oportunidad para hacer hincapié en el avance hacia el Estado comunal que pretendía establecer en Venezuela.
A pesar de la existencia de un Ministerio para las Comunas y que se fueron creando varias de estas organizaciones en diferentes regiones del país, el mandato pareció caer en el olvido hasta que, en 2020, y en ocasión de las elecciones a diputados a la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro llamó a retomarlo como parte de las nuevas tareas que, desde el Ejecutivo, se impartieron al nuevo Poder Legislativo de abrumadora mayoría del chavismo, el mismo que, desde el inicio de su período de sesiones, comenzó la discusión de leyes del Parlamento Comunal y de Ciudades Comunales.
El sacerdote jesuita Arturo Peraza, abogado y doctor en Ciencias Políticas, advierte que, aunque no es de desdeñar el que existan nuevas maneras de organización de las comunidades, hay objeciones muy serias para la implantación de estas ciudades comunales y del Estado Comunal, comenzando por las propias disposiciones de la Constitución y el control que el Ejecutivo va a tener sobre las nuevas figuras.
Ciudades Comunales constituyen un modelo distinto al constitucional
“La ley de Ciudades Comunales está enmarcada dentro de esa creación del Poder Popular que intenta crear un nuevo modelo de Estado que es el comunal. El problema es que es un proyecto político distinto al de la Constitución del año 1999, contrario a las disposiciones constitucionales, que prevén un sistema de representación de elección directa y todo eso está negado en el modelo de Estado comunal”, expresó el sacerdote, quien es vicerrector del núcleo de Ciudad Guayana de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Resaltó que, en las ciudades comunales, como en otras organizaciones creadas por el chavismo, el modelo de elección es indirecto, ya que se eligen “voceros que eligen otros voceros”, algo que, recordó, viene del modelo de los soviets que existieron en la antigua Unión Soviética y que se trata de implementar en Venezuela.
“Es un modelo socialista que nunca se llegó a realizar como modelo político, porque lo que se logró fue un modelo centralizado controlado por el partido. Creo que es el objetivo final y eso es contrario a lo que el modelo político del año 1999 plantea como modelo democrático” argumentó.
Modelo de ciudades comunales es contrario a la descentralización
El padre Arturo Peraza asegura que no podría decir que no es una buena idea que existan organizaciones en las comunidades de base, pero que el problema con las ciudades comunales es la dependencia con respecto del poder central.
“Las comunidades de base deberían ser representantes de la sociedad civil, electos y con autonomía, y lo lógico es que establezcan relaciones con los órdenes del Poder Público en el sentido plural, entiéndase con el poder nacional, estadal y municipal, pero no un mecanismo de dependencia mediante el cual un ministerio sea el que los reconoce, autoriza y gestiona”, explicó el padre Arturo Peraza.
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