El hospital general de Táriba, en el municipio Cárdenas no tiene planta eléctrica y las continuas fallas en el servicio de energía eléctrica afectan el funcionamiento del centro asistencial.
Con información de El Pitazo
Todas las noches, médicos, pacientes y trabajadores del hospital de Táriba se enfrentan a los apagones.
«Se paraliza la emergencia, a menos que los teléfonos tengan carga y nos ayudamos con eso. Los pisos colapsan porque no pueden cumplir tratamiento», denunció un trabajador del lugar que pidió no ser identificado.
Otra empleada del hospital de Táriba denunció las pocas medidas de seguridad y prevención ante la COVID-19, los expone a la enfermedad, debido a que en el piso 2 se encuentran los pacientes sospechosos y no está habilitado como un área de aislamiento, además que cuando no hay luz temen que alguno tenga una complicación respiratoria y no puedan prestarle apoyo por no haber electricidad.
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«La ropa desechable solo se la dan a los enfermeros que trabajan en el área de COVID-19. La orden es guindarlo en un paral, rociarlo de hipoclorito y usarlo de nuevo. El resto del personal trabaja con su uniforme normal, pero el problema es que quienes están con los pacientes sospechosos también atienden a otros por la falta de personal», indicó.
A todas la carencias se suman la falta de insumos como jelcos y adhesivos. Aunque hay guantes y tapabocas, ambos insumos deben ser reutilizados en varias oportunidades .
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