La presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel, calificó de negativo para el sector el mecanismo 7+7 puesto en marcha por el Ejecutivo hace un año, «aunque exista la percepción de que la actividad se ha suavizado».
Opina que el plan «ha dado pie a interpretaciones». «Cada quien lo interpreta de una manera diferente y eso representa un problema distinto en cada una de las regiones».
Precisó que de acuerdo a una encuesta realizada a finales del año 2020, el 32% admitió no estaba en condiciones de abrir en enero (…) la contracción de consumo ha sido fuerte, en el mundo fue del 17%, en América Latina del 24% y se estima que en Venezuela supera el 50%.
En entrevista concedida a Román Lozinski en el circuito Éxitos de Unión Radio, agregó que los que abrieron también se enfrentaron a dificultades importantes vinculadas a fallas en los servicios públicos, como agua, electricidad y combustible.
Indicó que la vacunación no resuelve los requisitos exigidos para retomar la actividad «porque aunque estemos vacunados hay que seguir tomando las previsiones». «En los países donde tienen una población importante de personas vacunadas siguen usando tapabocas, lavado de manos y distanciamiento».
Afirma que el plan 7+7 no permite mantener la continuidad en la vida, «porque no es un problema solo del comerciante, sino de las necesidades del consumidor, el consumidor no tiene necesidades intermitentes, por lo que el comercio y los servicios deben estar disponibles para atenderlos».
Adelantó que está prevista una reunión con representantes del Ejecutivo para seguir manifestando la posición del gremio.
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