Los hospitales militares no están atendiendo adecuadamente a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela durante la pandemia por COVID-19, según denuncia este jueves una organización civil especializada en asuntos vinculados a la institución.
La organización civil Control Ciudadano precisa que Venezuela tiene una infraestructura de sanidad militar de doce hospitales, ocho ambulatorios y cuatro núcleos asistenciales en los 23 estados y el Distrito Capital. Esa red, sin embargo, no está garantizando una atención adecuada a los uniformados.
“No están dando respuesta a la familia militar, frente a la pandemia por COVID-19, esto debe solventarse”, reprocha Rocío San Miguel, presidenta de la organización, según un comunicado remitido a la prensa.
San Miguel afirma que todo componente armado que no sea capaz de atender a sus propios efectivos militares enfermos, “no está en capacidad de dar respuestas ágiles y eficaces a problemas de seguridad nacional”.
Su organización denuncia que los militares venezolanos contagiados por el nuevo coronavirus “terminan siendo tratados en clínicas privadas, la mayor parte de ellos, generales y almirantes”.
Advierte, asimismo, que se desconocen cómo esos oficiales asumieron los costos de hospitalizaciones y tratamientos.
Control Ciudadano, la organización civil de más alto perfil en su campo de investigación sobre lo militar en el país, menciona las “limitaciones” del personal militar para cubrir sus servicios de salud por “bajos salarios”.
La principal compañía aseguradora de la FANB, Seguros Horizontes, encara la “imposibilidad” de asumir los costos económicos de asistencia médica privada para enfermedades asociadas a la pandemia, apunta la organización.
Control Ciudadano cita conversaciones con trabajadores de cuatro de los doce hospitales militares del país para asegurar que esas instalaciones operan bajo una “especie de cierre técnico”, sin pacientes, con “muchas unidades cerradas” y con atenciones discrecionales en sus emergencias por falta de insumos.
“Los tratamientos para atender la pandemia COVID-19 son altamente onerosos. Llegan a alcanzar montos muy superiores al salario de toda una vida de un oficial militar, con treinta años de servicio en la FANB”, apunta en su texto.
Datos «opacos» de contagios
San Miguel, abogada experta en defensa y seguridad, reprocha la “opacidad” de las cifras de contagio en la Fuerza Armada venezolana.
Sospecha que la ocultación de la data de positivos por COVID-19 sea “una forma de evadir respuestas” de las autoridades militares sobre la capacidad real de respuesta sanitaria de los hospitales de la institución en el país.
El ministro de Defensa del gobierno en disputa de Nicolás Maduro, general en jefe Vladimir Padrino López, informó el 11 de julio pasado que había hasta entonces 160 militares contagiados por COVID-19 en Venezuela..
Padrino López, ministro desde 2014 e incluido por Estados Unidos en su “lista negra” económica hace dos años, aportó detalles sobre los contagios durante una declaración en un acto público. No se conocen nuevos balances de pacientes contagiados, recuperados y fallecidos dentro de la institución verde oliva.
En su discurso, durante un acto de transmisión de mandos militares, el general en jefe reivindicó el compromiso de los uniformados venezolanos en la defensa de la patria, aun si ello requiriese “perder la vida”.
“Hemos estado muy cerca del virus, pero es nuestro deber contribuir con todas las tareas para prevenir y cortar las cadenas de contagio”, dijo Padrino López, hace tres meses.
“Desde entonces, la opacidad del impacto del COVID-19 sobre la Fuerza Armada Nacional es total”, reclama Control Ciudadano.
La organización detalla la muerte de al menos 13 militares por presunto contagio de COVID-19 en Venezuela, según un recuento con base en publicaciones de medios de comunicación y redes sociales.
En la lista, Control Ciudadano menciona los fallecimientos del general de brigada César Cerquoni, director de una dependencia de la Aviación; el vicealmirante Luis Somaza, jefe de una oficina de la Armada; y el general de brigada Yerson Jiménez, comandante de un cuartel de la Guardia Nacional.
“Los datos son opacos sobre la causa de la muerte. Hay hermetismo, por parte de las autoridades militares, para transparentar y dar cifras sobre contagiados y fallecidos por COVID-19 en el seno de la FANB, lo que claramente no contribuye a la gestión de la pandemia”, acota Control Ciudadano.
La opacidad de las cifras sanitarias dentro de la Fuerza Armada “llega a niveles de misterio”, cita la organización civil, mientras se pregunta si el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y militar retirado, Diosdado Cabello, trató su contagio por COVID-19 en la red hospitalaria de la institución.
Según su presidenta, la transparencia en los números de contagios y fallecidos por el nuevo coronavirus, la notificación “expresa” al personal militar de dónde acudir en caso de síntomas de contagio y la puesta en marcha de un “mecanismo de atención” para los uniformados es lo “mínimo” que se exige a las autoridades.
“Es hora de hacer ajustes”, concluye San Miguel en su comunicado.
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