La Asociación Civil Kapé Kapé denunció este miércoles que aún se desconoce el paradero de los demás migrantes venezolanos que cayeron en las manos de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, entre ellos, está una niña de dos años, hermana del bebé asesinado el pasado fin de semana.
De acuerdo con Zoilo Sarabia, tío de la madre de los dos niños, los demás familiares se encuentran “consternados” y además hace un llamado a la administración de Nicolás Maduro a “establecer mejoras y profundas relaciones diplomáticas ante el vacío de apoyo consular que afecta actualmente al menos a 30.000 deltanos venezolanos que huyen del hambre, de la falta de empleo y en busca de oportunidades hasta la isla”.
Desde una nota de prensa de Kapé Kapé resaltan que familiares y conocidos de los afectados “tomaron las calles del centro de la ciudad de Tucupita para manifestar su rechazo a la justificación del Gobierno trinitario, en la figura de su primer ministro, al afirmar que la acción está dentro de los estándares internacionales y que los costeros actuaron apegados a las leyes y en defensa propia”.
Este miércoles, el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, dijo que la muerte a tiros del bebé venezolano por parte de la Guardia Costera “fue un accidente”, al tiempo que defendió el trabajo de los guardacostas ante la controversia despertada, diciendo que actuaron “bajo órdenes razonables”.
Ante lo dicho por TyT, un familiar del bebé fallecido aseguró que “nunca hubo la intención de embestir a la embarcación oficial, en ningún momento la embarcación de los migrantes quiso chocar a la Costera, más bien giraron en dirección contraria tratando de huir de la presencia y retornar a las aguas de Venezuela”.
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